La globalización, por concepto, es un proceso histórico de integración mundial en las esferas política, social, económica, tecnológica y cultural. Explícito desde finales del siglo XX, los estudiosos del tema lo traducen como el resultado de la consolidación del capitalismo, de los principales avances tecnológicos y de la necesidad de expansión del flujo comercial mundial.
En el ámbito cultural, la globalización fortalece el comercio internacional de obras y servicios artísticos, impulsa el desarrollo tecnológico (que no pocos autores contemporáneos emplean como herramienta o medio), la promoción de los creadores, la difusión de valores estéticos internacionales y propicia numerosos procesos de intercambio cultural. No obstante, puede acarrear la pérdida de las identidades culturales tradicionales a merced de una cultura global, impuesta por las grandes potencias.
El crecimiento de los mercados de consumo y el intercambio de productos artísticos (dígase el cine, la radio, la televisión, la música, la literatura, la danza, etcétera) han generado conexiones a escala mundial. Ante esa oleada de influencias estéticas globales que reproducen esquemas sociales ¿prevalece la cultura de los países no desarrollados?
La integración multidisciplinaria que la globalización propone (el arte ligado al diseño, al turismo, la publicidad…) convierte la creación en objeto de consumo, y lo que no se consume se rechaza, no sirve. Como resultado, los artistas buscan integrarse a esta maquinaria siniestra (puede que hasta inconscientemente) con un arte cada vez más igualado.
hola espero te ayude :D
La globalización, por concepto, es un proceso histórico de integración mundial en las esferas política, social, económica, tecnológica y cultural. Explícito desde finales del siglo XX, los estudiosos del tema lo traducen como el resultado de la consolidación del capitalismo, de los principales avances tecnológicos y de la necesidad de expansión del flujo comercial mundial.
En el ámbito cultural, la globalización fortalece el comercio internacional de obras y servicios artísticos, impulsa el desarrollo tecnológico (que no pocos autores contemporáneos emplean como herramienta o medio), la promoción de los creadores, la difusión de valores estéticos internacionales y propicia numerosos procesos de intercambio cultural. No obstante, puede acarrear la pérdida de las identidades culturales tradicionales a merced de una cultura global, impuesta por las grandes potencias.
El crecimiento de los mercados de consumo y el intercambio de productos artísticos (dígase el cine, la radio, la televisión, la música, la literatura, la danza, etcétera) han generado conexiones a escala mundial. Ante esa oleada de influencias estéticas globales que reproducen esquemas sociales ¿prevalece la cultura de los países no desarrollados?
La integración multidisciplinaria que la globalización propone (el arte ligado al diseño, al turismo, la publicidad…) convierte la creación en objeto de consumo, y lo que no se consume se rechaza, no sirve. Como resultado, los artistas buscan integrarse a esta maquinaria siniestra (puede que hasta inconscientemente) con un arte cada vez más igualado.