El hombre es un ser histórico. Esta afirmación puede tener varias interpretaciones y puede ser válida desde diversos puntos de vista. Sin embargo, a mi juicio, considero que la interpretación que más recoge el sentido mundano de la vida, es decir, ese sentido que afirma la condición existencial del ser humano al arraigarlo al mundo, es el que desarrolla Marx en su concepción filosófica del materialismo histórico. Es necesario tener esto presente, cuando desde posiciones teístas se hace la misma afirmación sobre esa condición del hombre. También el cristianismo, por ejemplo, asevera que el hombre es un ser histórico, pero incorporando la presencia de Dios dentro de esa historicidad, lo que le otorga un matiz muy diferente a tal categoría humana, pues deja al hombre en un segundo plano respecto a la divinidad. Con esto se niega la libertad de los hombres para escribir su propia historia y, por lo mismo, se le excusa su responsabilidad ante la humanidad.
El hombre es un ser histórico. Esta afirmación puede tener varias interpretaciones y puede ser válida desde diversos puntos de vista. Sin embargo, a mi juicio, considero que la interpretación que más recoge el sentido mundano de la vida, es decir, ese sentido que afirma la condición existencial del ser humano al arraigarlo al mundo, es el que desarrolla Marx en su concepción filosófica del materialismo histórico. Es necesario tener esto presente, cuando desde posiciones teístas se hace la misma afirmación sobre esa condición del hombre. También el cristianismo, por ejemplo, asevera que el hombre es un ser histórico, pero incorporando la presencia de Dios dentro de esa historicidad, lo que le otorga un matiz muy diferente a tal categoría humana, pues deja al hombre en un segundo plano respecto a la divinidad. Con esto se niega la libertad de los hombres para escribir su propia historia y, por lo mismo, se le excusa su responsabilidad ante la humanidad.