El caballo marino suele aparecer en las playas en busca de hembras. A veces ha caído en la red de un pescador. Según cuenta quien lo ha visto, el pelo es negro, la cola es larga y con ella barre el suelo. Cuando sale a la arena, anda como los otros caballos y puede recorrer en un día muchos kilómetros. Conviene no bañarlo en el río, pues en cuanto ve el agua, se alega y desaparece.
El caballo Marino, fantasma