Energía es una capacidad que consiste en transformar o movilizar alguna cosa. Dentro del contexto de la economía y la tecnología, el término refiere al recurso natural que puede emplearse a nivel industrial gracias a ciertos factores asociados.
El adjetivo solar, por su parte, tiene varios usos. Si se toma el significado que procede del vocablo latino solāris, se trata de lo que está vinculado al Sol (la estrella luminosa que se halla más cerca de la Tierra y que constituye el centro de nuestro sistema planetario).
La energía solar, por lo tanto, es aquella que se obtiene al captar el calor y la luz que emite el Sol. Gracias a sus características, la energía solar es limpia (no contamina) y renovable (porque utiliza recursos que no se agotan).
Es importante tener en cuenta que la potencia de estas radiaciones solares y su aprovechamiento para la generación de energía varían de acuerdo a la hora del día, las condiciones de la atmósfera y la ubicación geográfica.
Los módulos que permiten aprovechar la energía de la radiación solar se conocen como paneles solares. Este concepto incluye tanto a los colectores solares (que captan la energía de la radiación y la transforman en energía térmica, generalmente utilizada para calentar agua) como a los paneles fotovoltaicos (compuestos por numerosas celdas que permiten convertir la luz en electricidad).
En este sentido, es importante resaltar el hecho de que en los últimos años el uso de dichos dispositivos, para captar la energía del Sol, han experimentado un importante crecimiento. ¿El motivo? Que en todo el mundo se ha tomado conciencia de la importancia de la sostenibilidad medioambiental y para ello se apuesta por la utilización de las energías verdes, también llamadas limpias o renovables.
Así, muchas son ya las casas que han implantado placas y productos similares con el claro objetivo de poder hacer uso de las radiaciones del sol para iluminar las mismas y para utilizar los aparatos que necesiten para su funcionamiento la energía. De esta forma, se reduce ostensiblemente el consumo de energía eléctrica lo que supone reducir gastos económicos en la misma así como disminuir la contaminación.
Además de todo lo expuesto tenemos que subrayar que dentro de la energía solar existen varios tipos, entre los que destacan los dos siguientes:
Energía solar térmica de baja temperatura, que es la que usa directamente para calentar agua de manera directa y que recibe dicho nombre porque en ningún momento el agua supera los 80 grados de temperatura.
Energía solar termoeléctrica. Desde los 300 grados hasta los 800 grados son las temperaturas que se logran alcanzar con el uso de esta clase de energía que es la que se utiliza en grandes centrales. Básicamente las mismas lo que hacen es trabajar con aceite térmico para poder así generar así la electricidad pertinente.
La energía solar puede utilizarse para impulsar vehículos solares (con un motor eléctrico que es alimentado por este tipo de energía), hacer funcionar hornos solares (con un esquema similar al efecto invernadero) o calefaccionar ambientes.
Energía es una capacidad que consiste en transformar o movilizar alguna cosa. Dentro del contexto de la economía y la tecnología, el término refiere al recurso natural que puede emplearse a nivel industrial gracias a ciertos factores asociados.
El adjetivo solar, por su parte, tiene varios usos. Si se toma el significado que procede del vocablo latino solāris, se trata de lo que está vinculado al Sol (la estrella luminosa que se halla más cerca de la Tierra y que constituye el centro de nuestro sistema planetario).
La energía solar, por lo tanto, es aquella que se obtiene al captar el calor y la luz que emite el Sol. Gracias a sus características, la energía solar es limpia (no contamina) y renovable (porque utiliza recursos que no se agotan).
Es importante tener en cuenta que la potencia de estas radiaciones solares y su aprovechamiento para la generación de energía varían de acuerdo a la hora del día, las condiciones de la atmósfera y la ubicación geográfica.
Los módulos que permiten aprovechar la energía de la radiación solar se conocen como paneles solares. Este concepto incluye tanto a los colectores solares (que captan la energía de la radiación y la transforman en energía térmica, generalmente utilizada para calentar agua) como a los paneles fotovoltaicos (compuestos por numerosas celdas que permiten convertir la luz en electricidad).
En este sentido, es importante resaltar el hecho de que en los últimos años el uso de dichos dispositivos, para captar la energía del Sol, han experimentado un importante crecimiento. ¿El motivo? Que en todo el mundo se ha tomado conciencia de la importancia de la sostenibilidad medioambiental y para ello se apuesta por la utilización de las energías verdes, también llamadas limpias o renovables.
Así, muchas son ya las casas que han implantado placas y productos similares con el claro objetivo de poder hacer uso de las radiaciones del sol para iluminar las mismas y para utilizar los aparatos que necesiten para su funcionamiento la energía. De esta forma, se reduce ostensiblemente el consumo de energía eléctrica lo que supone reducir gastos económicos en la misma así como disminuir la contaminación.
Además de todo lo expuesto tenemos que subrayar que dentro de la energía solar existen varios tipos, entre los que destacan los dos siguientes:
Energía solar térmica de baja temperatura, que es la que usa directamente para calentar agua de manera directa y que recibe dicho nombre porque en ningún momento el agua supera los 80 grados de temperatura.
Energía solar termoeléctrica. Desde los 300 grados hasta los 800 grados son las temperaturas que se logran alcanzar con el uso de esta clase de energía que es la que se utiliza en grandes centrales. Básicamente las mismas lo que hacen es trabajar con aceite térmico para poder así generar así la electricidad pertinente.
La energía solar puede utilizarse para impulsar vehículos solares (con un motor eléctrico que es alimentado por este tipo de energía), hacer funcionar hornos solares (con un esquema similar al efecto invernadero) o calefaccionar ambientes.