Interés fijo: Este tipo de interés se mantiene constante durante toda la duración o vida del préstamo. Es independiente de la tasa de interés actual del mercado, es decir que si esta llegara a subir, no nos veríamos perjudicados, pero si bajara, tampoco nos beneficiaríamos.
Se calcula con el promedio de las tasas de interés de los meses anteriores. Por lo general, su plazo de amortización es entre 12 y 15 años.
Interés variable: Se actualiza y se revisa su cantidad en los plazos establecidos por la entidad financiera. Está sometido a los cambios en las tasas de interés. Con el interés variable nos beneficiamos de la baja en la tasa de interés, pero también nos vemos afectados si sube. Por lo general, se establece un rango dentro del cual oscila la tasa de interés. Su plazo de amortización puede ser más extenso que el de interés fijo.
Interés mixto: En este tipo de interés, durante los primeros años de vida del préstamo la tasa de interés es fija y el resto de tiempo, hasta su terminación, es variable.
Interés fijo: Este tipo de interés se mantiene constante durante toda la duración o vida del préstamo. Es independiente de la tasa de interés actual del mercado, es decir que si esta llegara a subir, no nos veríamos perjudicados, pero si bajara, tampoco nos beneficiaríamos.
Se calcula con el promedio de las tasas de interés de los meses anteriores. Por lo general, su plazo de amortización es entre 12 y 15 años.
Interés variable: Se actualiza y se revisa su cantidad en los plazos establecidos por la entidad financiera. Está sometido a los cambios en las tasas de interés. Con el interés variable nos beneficiamos de la baja en la tasa de interés, pero también nos vemos afectados si sube. Por lo general, se establece un rango dentro del cual oscila la tasa de interés. Su plazo de amortización puede ser más extenso que el de interés fijo.
Interés mixto: En este tipo de interés, durante los primeros años de vida del préstamo la tasa de interés es fija y el resto de tiempo, hasta su terminación, es variable.