Los ejercicios con salto son una forma fantástica de trabajar la potencia de tu tren inferior: son movimientos que exigen a los músculos ejecutar su fuerza máxima en la mínima cantidad de tiempo. Además, también son una buena opción de subir nuestras pulsaciones de forma muy rápida: esto es sumamente útil cuando estamos trabajando con rutinas por intervalos tipo Tábata, en las que se nos exige llegar a una frecuencia cardíaca alta enun espacio de tiempo muy corto.
El corazón, para mantener su función contráctil, requiere un suministro continuo y abundante de energía, transformando la energía química almacenada en la glucosa, cuerpos cetónicos y ácidos grasos libres de cadena corta (AGLs) en energía mecánica, empleada en la interacción actina/miosina a nivel de las miofibrillas.
El corazón sintetiza, diariamente, 70 veces su peso en ATP13, unos 30 kilogramos, transformando apenas 25% de esta producción en trabajo14. Hoy en día existe evidencia que una alteración del metabolismo energético del miocardio juega un papel clave en el desarrollo y progresión de la insuficiencia cardíaca perpetuando y acentuando la activación neurohumoral, lo que ha motivado un interés creciente en la modulación metabólica como un blanco terapéutico alternativo al bloqueo neurohumoral15,16.
Ya en 1939, Herrmann y Decherd describieron una reducción en el contenido de fosfocreatina en el miocardio insuficiente15. Varios años más tarde estas observaciones se ratificaron en pequeños estudios de biopsias que
Respuesta:
Los ejercicios con salto son una forma fantástica de trabajar la potencia de tu tren inferior: son movimientos que exigen a los músculos ejecutar su fuerza máxima en la mínima cantidad de tiempo. Además, también son una buena opción de subir nuestras pulsaciones de forma muy rápida: esto es sumamente útil cuando estamos trabajando con rutinas por intervalos tipo Tábata, en las que se nos exige llegar a una frecuencia cardíaca alta enun espacio de tiempo muy corto.
Explicación:
espero que te ayude
Explicación:
El corazón, para mantener su función contráctil, requiere un suministro continuo y abundante de energía, transformando la energía química almacenada en la glucosa, cuerpos cetónicos y ácidos grasos libres de cadena corta (AGLs) en energía mecánica, empleada en la interacción actina/miosina a nivel de las miofibrillas.
El corazón sintetiza, diariamente, 70 veces su peso en ATP13, unos 30 kilogramos, transformando apenas 25% de esta producción en trabajo14. Hoy en día existe evidencia que una alteración del metabolismo energético del miocardio juega un papel clave en el desarrollo y progresión de la insuficiencia cardíaca perpetuando y acentuando la activación neurohumoral, lo que ha motivado un interés creciente en la modulación metabólica como un blanco terapéutico alternativo al bloqueo neurohumoral15,16.
Ya en 1939, Herrmann y Decherd describieron una reducción en el contenido de fosfocreatina en el miocardio insuficiente15. Varios años más tarde estas observaciones se ratificaron en pequeños estudios de biopsias que