ArelisiTha4
El Quijote no es una novela en absoluto ajena a lo que puede denominarse literatura fantástica. De hecho, son numerosos los episodios que, en principio, de naturaleza fantástica o maravillosa, tienen cabida, cuidadosamente integrados y extensionalizados, en la fábula de esta novela. No resulta en absoluto extraño que así sea, pues los libros de caballerías, con los que el Quijote mantiene una relación intertextual evidente y dialéctica[1], incorporaban episodios fantásticos y maravillosos como partes esenciales o determinantes suyas, definitorias intensionalmente del género literario propio de este tipo de novelas. Con todo, no deja de sorprender que, pese a la integración o extensionalización de referentes fantásticos, o incluso maravillosos, en el Quijote, nada de cuanto acontece o tiene lugar pueda ser calificado ni considerado como fantástico, y aún menos como maravilloso, desde un punto de vista intensional, esencial o determinante. Dicho de otro modo, lo fantástico y lo maravilloso quedan reducidos en esta novela de Cervantes a un efecto retórico e intertextual. Toda la “magia” que hay en la literatura precedente al Quijoteestá ausente del Quijote.