La discriminación adopta múltiples formas. A lo largo de la historia ha estado presente en todo tipo de sociedades. Y, aunque en las últimas décadas hemos avanzado mucho en ese terreno, existen aún hoy distintos tipos de discriminación contra los que combatir, tanto en los países en vías de desarrollo como en las sociedades más ricas del planeta.
Tipos de discriminación contra la mujer
Mujeres y niñas son las principales víctimas de la discriminación en las zonas más pobres del mundo. En África, por ejemplo, son ellas las que deben caminar durante horas en busca de agua, lo que a menudo supone privarlas del derecho a la educación. Aún hoy, muchas son sometidas a la fuerza a la mutilación genital femenina, una violación de los derechos humanos pero también una obligación social para aquellas que no quieren ser discriminadas por su comunidad y condenadas al desprecio de los hombres de su aldea.
En muchos países la opinión de las mujeres no vale nada. Las niñas son obligadas a casarse con desconocidos que les doblan la edad y la violación o las palizas dentro del matrimonio ni siquiera están castigadas de forma explícita por sus leyes. Aunque esto no es solo cosa de los países más pobres. Bélgica o Canadá tampoco cuentan con una legislación contra la violencia de género. Y en países como España la ley no ha evitado que el 2019 comenzara con la muerte de varias mujeres a manos de sus parejas o exparejas.
A ello se suman, además, distintos tipos de discriminación, presentes en el día a día. Cuestiones como la brecha salarial, la conciliación laboral o el llamado techo de cristal están todavía pendientes de resolverse.
¿Cómo puedes contribuir a acabar con esto? Seas hombre o mujer, la lucha por la igualdad también es cosa tuya. Trata del mismo modo a los compañeros o subordinados de ambos sexos; valora sus aportaciones por su contenido, no por el sexo de quien las ha puesto sobre la mesa; huye de los estereotipos en la educación de tus hijos y hijas; apuesta por juguetes no sexistas escogidos en función de sus gustos y no de su sexo.
Además, desde aquí tú también puedes luchar por los derechos de las mujeres y niñas de otras zonas del mundo. Colaborando con Ayuda en Acción estarás contribuyendo a luchar contra los matrimonios forzados, la mutilación genital femenina y el analfabetismo.
Tipos de discriminación por el aspecto físico
En Tanzania los albinos viven no solo el rechazo y la discriminación, sino también el miedo a ser atacados por el color de su piel. ¿Por qué? Simplemente porque durante años traficantes y curanderos han alimentado mitos sobre los poderes mágicos de sus huesos y han puesto precio a su cabeza.
Suena ridículo, ¿verdad? A nuestros ojos ese tipo de creencias son cosa de personas sin formación. ¿Cómo va a definir a alguien el color de la piel, de los ojos o del cabello de forma tan determinante? Esa misma idea, no obstante, es la que alimenta distintos tipos de discriminación en nuestra sociedad. Las diferencias en el color de la piel van unidas a toda una serie de prejuicios sobre chinos, rumanos, negros… Ideas preconcebidas (y muchas veces negativas) sobre sus costumbres, su cultura o sus creencias religiosas determinan nuestra percepción.
¿Cómo acabar con esas formas de discriminación? No contribuyas a alimentar los bulos sobre la inmigración, contrasta la información que recibes por Whatsapp u otros medios de comunicación. Y educa a tus hijos para respetar la diversidad.
El niño que es más gordito que el resto, el inmigrante, la chica que se ha desarrollado antes que las demás, el chaval con granos… también son, a menudo, víctimas de distintos tipos de discriminación por parte los compañeros, e incluso, de otros padres y madres. ¿Cómo evitarlo? Los libros pueden ser una buena opción para trabajar la diversidad con los más pequeños. Por ejemplo, los cuentos de Elmer, un elefante de colores distinto a los demás. O ‘Tan diferentes como iguales’, una historia antibullying protagonizada por Lula, una tortuga que es nueva en la escuela.
Discriminación por la identidad sexual
Por desgracia, a pesar de los avances en este sentido, aún hoy las burlas se extienden también hacia temas como la identidad sexual, o hacia familias homoparentales o monoparentales. Pero también en esto la educación puede marcar la diferencia. Da ejemplo en tu trato con los demás y explica a tus hijos que existen niños y niñas con una mamá o dos papás, y que eso no los hace peores ni diferentes, que su hogar merece el mismo respeto que el vuestro. Libros para niños como ‘Familias’ o ‘Tengo una mamá y punto’ pueden ayudarte.
Y recuerda, existen muchos tipos de discriminación. También en nuestro día a día, aunque no siempre los vemos o queremos verlos. ¿Quieres acabar con ellos? Empieza por abrir bien los ojos y plantarles cara.
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Descriminacion a tu cuerpo: como te ves, y tu figura
tu forma de ser: tu personalidad
tu familia: a tu familia completa y su formal.
tu pocicion social: si eres clase baja o alta.
Tu color de piel: blqnco, moreno o negro.
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Espero ayude me das corona please
Respuesta:
La discriminación adopta múltiples formas. A lo largo de la historia ha estado presente en todo tipo de sociedades. Y, aunque en las últimas décadas hemos avanzado mucho en ese terreno, existen aún hoy distintos tipos de discriminación contra los que combatir, tanto en los países en vías de desarrollo como en las sociedades más ricas del planeta.
Tipos de discriminación contra la mujer
Mujeres y niñas son las principales víctimas de la discriminación en las zonas más pobres del mundo. En África, por ejemplo, son ellas las que deben caminar durante horas en busca de agua, lo que a menudo supone privarlas del derecho a la educación. Aún hoy, muchas son sometidas a la fuerza a la mutilación genital femenina, una violación de los derechos humanos pero también una obligación social para aquellas que no quieren ser discriminadas por su comunidad y condenadas al desprecio de los hombres de su aldea.
En muchos países la opinión de las mujeres no vale nada. Las niñas son obligadas a casarse con desconocidos que les doblan la edad y la violación o las palizas dentro del matrimonio ni siquiera están castigadas de forma explícita por sus leyes. Aunque esto no es solo cosa de los países más pobres. Bélgica o Canadá tampoco cuentan con una legislación contra la violencia de género. Y en países como España la ley no ha evitado que el 2019 comenzara con la muerte de varias mujeres a manos de sus parejas o exparejas.
A ello se suman, además, distintos tipos de discriminación, presentes en el día a día. Cuestiones como la brecha salarial, la conciliación laboral o el llamado techo de cristal están todavía pendientes de resolverse.
¿Cómo puedes contribuir a acabar con esto? Seas hombre o mujer, la lucha por la igualdad también es cosa tuya. Trata del mismo modo a los compañeros o subordinados de ambos sexos; valora sus aportaciones por su contenido, no por el sexo de quien las ha puesto sobre la mesa; huye de los estereotipos en la educación de tus hijos y hijas; apuesta por juguetes no sexistas escogidos en función de sus gustos y no de su sexo.
Además, desde aquí tú también puedes luchar por los derechos de las mujeres y niñas de otras zonas del mundo. Colaborando con Ayuda en Acción estarás contribuyendo a luchar contra los matrimonios forzados, la mutilación genital femenina y el analfabetismo.
Tipos de discriminación por el aspecto físico
En Tanzania los albinos viven no solo el rechazo y la discriminación, sino también el miedo a ser atacados por el color de su piel. ¿Por qué? Simplemente porque durante años traficantes y curanderos han alimentado mitos sobre los poderes mágicos de sus huesos y han puesto precio a su cabeza.
Suena ridículo, ¿verdad? A nuestros ojos ese tipo de creencias son cosa de personas sin formación. ¿Cómo va a definir a alguien el color de la piel, de los ojos o del cabello de forma tan determinante? Esa misma idea, no obstante, es la que alimenta distintos tipos de discriminación en nuestra sociedad. Las diferencias en el color de la piel van unidas a toda una serie de prejuicios sobre chinos, rumanos, negros… Ideas preconcebidas (y muchas veces negativas) sobre sus costumbres, su cultura o sus creencias religiosas determinan nuestra percepción.
¿Cómo acabar con esas formas de discriminación? No contribuyas a alimentar los bulos sobre la inmigración, contrasta la información que recibes por Whatsapp u otros medios de comunicación. Y educa a tus hijos para respetar la diversidad.
El niño que es más gordito que el resto, el inmigrante, la chica que se ha desarrollado antes que las demás, el chaval con granos… también son, a menudo, víctimas de distintos tipos de discriminación por parte los compañeros, e incluso, de otros padres y madres. ¿Cómo evitarlo? Los libros pueden ser una buena opción para trabajar la diversidad con los más pequeños. Por ejemplo, los cuentos de Elmer, un elefante de colores distinto a los demás. O ‘Tan diferentes como iguales’, una historia antibullying protagonizada por Lula, una tortuga que es nueva en la escuela.
Discriminación por la identidad sexual
Por desgracia, a pesar de los avances en este sentido, aún hoy las burlas se extienden también hacia temas como la identidad sexual, o hacia familias homoparentales o monoparentales. Pero también en esto la educación puede marcar la diferencia. Da ejemplo en tu trato con los demás y explica a tus hijos que existen niños y niñas con una mamá o dos papás, y que eso no los hace peores ni diferentes, que su hogar merece el mismo respeto que el vuestro. Libros para niños como ‘Familias’ o ‘Tengo una mamá y punto’ pueden ayudarte.
Y recuerda, existen muchos tipos de discriminación. También en nuestro día a día, aunque no siempre los vemos o queremos verlos. ¿Quieres acabar con ellos? Empieza por abrir bien los ojos y plantarles cara.