Los artículos de divulgación científica son escritos breves dirigidos a públicos generales a través de medios de comunicación escritos, pueden ser impresos o digitales y en ellos se utiliza el lenguaje común para explicar hechos, conceptos, ideas o descubrimientos relacionados con el quehacer científico o tecnológico.
Las partes de un artículo de divulgación científica son:
Encabezado – escrito como una frase corta y atractiva para el lector.
Cuerpo o desarrollo – Es la parte más importante del artículo, debe estar escrita en un lenguaje simple y todo el contenido debe ser veraz y confiable y siempre se debe citar las fuentes de donde se extrae la información.
Conclusiones – Para finalizar el artículo se deben exponer las conclusiones que se derivan de la investigación; siguiendo la línea del artículo, las conclusiones deben ser escritas de manera clara y concisa evitando repetir los detalles ya explicados en el cuerpo del artículo.
Ejemplos de artículos de divulgación científica
Internet es el invento más importante en esta era de la comunicación y la información. Para muchos de nosotros sería muy difícil imaginar la vida cotidiana sin esta herramienta y resultaría impensable para los que tienen hoy 20 años por haber sido educados con ella. Cuando no logramos conectarnos a Internet y no podemos recurrir a Google para averiguar un dato o leer el periódico online, experimentamos una sensación de desconexión con el mundo. Sin embargo todo avance tecnológico trae inherente algún costo ecológico que a veces resulta demasiado difícil de solventar; por eso pensamos en que la pregunta que nos debemos hacer es si la Red es una herramienta con características sustentables o “verdes” o es simplemente una herramienta demasiado perjudicial para la ecología planetaria.
Para ello debemos estudiar la huella de carbono o “lado oscuro” ecológico de Internet ya que Internet requiere de una infraestructura colosal de satélites, cables submarinos, fibra óptica, servidores, routers, switches, y un gran número de otros dispositivos para transmitir toda su información a nuestras pantallas, teléfonos y demás gadgets lo cual significa una gran infraestructura que según una publicación de New Scientist de mayo 2009, la actual afirma que Internet consume 152.000 millones de kilowatt hora anuales tan sólo para alimentar los centros de datos que la mantienen viva.
Al agregar todas las computadoras personales conectadas, se calcula que en su totalidad, la Internet puede ser responsable de hasta el 2% de todas las emisiones de CO2, poniéndola a la par con la industria de la aviación. Sin embargo no todo está perdido ya que la misma publicación nos sugiere que éste número puede resultar menor a medida que migremos la matriz energética a favor de las energías renovables y se fabriquen computadoras más eficientes; que consuman menos energía y que aprovechen más la energía que consumen.
Según Google, la producción de electricidad necesaria para una única búsqueda en su sitio web genera 200mg de CO2. Se estima que mil búsquedas representan la misma cantidad de CO2 que un auto desplazándose 1km. Como sabemos, Internet viene creciendo a un ritmo exponencial y según la organización The Climate Group , las ventas de las computadoras se incrementarían en un 280% para el año 2020 generando 1.4 giga toneladas anuales de CO2.
Las cifras podrían no resultar alarmantes…si viviéramos a principios del siglo XX pero hoy que habitamos un planeta que sufre cada vez más los estragos del cambio climático; es necesario valorar nuevas alternativas de energía que alimenten a las computadoras de todo el planeta, nadie discute que Internet está revolucionando la interacción social y la forma de comunicarse del individuo, pero precisamente por eso los desarrolladores de esta gran red de todo el mundo hoy tienen el deber de revolucionar también el desarrollo tecnológico; la del Internet tiene la obligación de ser la primera industria en el mundo con verdadera conciencia ecológica, nos deben de demostrar que los avances tecnológicos no tienen por qué significar ecocidio.
Los artículos de divulgación científica son escritos breves dirigidos a públicos generales a través de medios de comunicación escritos, pueden ser impresos o digitales y en ellos se utiliza el lenguaje común para explicar hechos, conceptos, ideas o descubrimientos relacionados con el quehacer científico o tecnológico.
Las partes de un artículo de divulgación científica son:
Encabezado – escrito como una frase corta y atractiva para el lector.
Cuerpo o desarrollo – Es la parte más importante del artículo, debe estar escrita en un lenguaje simple y todo el contenido debe ser veraz y confiable y siempre se debe citar las fuentes de donde se extrae la información.
Conclusiones – Para finalizar el artículo se deben exponer las conclusiones que se derivan de la investigación; siguiendo la línea del artículo, las conclusiones deben ser escritas de manera clara y concisa evitando repetir los detalles ya explicados en el cuerpo del artículo.
Ejemplos de artículos de divulgación científica
Internet es el invento más importante en esta era de la comunicación y la información. Para muchos de nosotros sería muy difícil imaginar la vida cotidiana sin esta herramienta y resultaría impensable para los que tienen hoy 20 años por haber sido educados con ella. Cuando no logramos conectarnos a Internet y no podemos recurrir a Google para averiguar un dato o leer el periódico online, experimentamos una sensación de desconexión con el mundo. Sin embargo todo avance tecnológico trae inherente algún costo ecológico que a veces resulta demasiado difícil de solventar; por eso pensamos en que la pregunta que nos debemos hacer es si la Red es una herramienta con características sustentables o “verdes” o es simplemente una herramienta demasiado perjudicial para la ecología planetaria.
Para ello debemos estudiar la huella de carbono o “lado oscuro” ecológico de Internet ya que Internet requiere de una infraestructura colosal de satélites, cables submarinos, fibra óptica, servidores, routers, switches, y un gran número de otros dispositivos para transmitir toda su información a nuestras pantallas, teléfonos y demás gadgets lo cual significa una gran infraestructura que según una publicación de New Scientist de mayo 2009, la actual afirma que Internet consume 152.000 millones de kilowatt hora anuales tan sólo para alimentar los centros de datos que la mantienen viva.
Al agregar todas las computadoras personales conectadas, se calcula que en su totalidad, la Internet puede ser responsable de hasta el 2% de todas las emisiones de CO2, poniéndola a la par con la industria de la aviación. Sin embargo no todo está perdido ya que la misma publicación nos sugiere que éste número puede resultar menor a medida que migremos la matriz energética a favor de las energías renovables y se fabriquen computadoras más eficientes; que consuman menos energía y que aprovechen más la energía que consumen.
Según Google, la producción de electricidad necesaria para una única búsqueda en su sitio web genera 200mg de CO2. Se estima que mil búsquedas representan la misma cantidad de CO2 que un auto desplazándose 1km. Como sabemos, Internet viene creciendo a un ritmo exponencial y según la organización The Climate Group , las ventas de las computadoras se incrementarían en un 280% para el año 2020 generando 1.4 giga toneladas anuales de CO2.
Las cifras podrían no resultar alarmantes…si viviéramos a principios del siglo XX pero hoy que habitamos un planeta que sufre cada vez más los estragos del cambio climático; es necesario valorar nuevas alternativas de energía que alimenten a las computadoras de todo el planeta, nadie discute que Internet está revolucionando la interacción social y la forma de comunicarse del individuo, pero precisamente por eso los desarrolladores de esta gran red de todo el mundo hoy tienen el deber de revolucionar también el desarrollo tecnológico; la del Internet tiene la obligación de ser la primera industria en el mundo con verdadera conciencia ecológica, nos deben de demostrar que los avances tecnológicos no tienen por qué significar ecocidio.