Freud se sorprende por la petición y el optimismo de Einstein, pues lo considera una utopía, algo imposible.
Aún así, responde de manera positiva. Comienza aclarando que se debe ocupar no tanto de la guerra sino de la violencia, pues en la naturaleza los conflictos e intereses en lucha se resuelven apelando a la misma violencia.
Parte de su propia Teoría de los Instintos, en donde afirma que la humanidad no podrá manejar la guerra hasta que no controle sus propios instintos, su propia naturaleza animal: la base detrás de las conductas.
Freud se sorprende por la petición y el optimismo de Einstein, pues lo considera una utopía, algo imposible.
Aún así, responde de manera positiva. Comienza aclarando que se debe ocupar no tanto de la guerra sino de la violencia, pues en la naturaleza los conflictos e intereses en lucha se resuelven apelando a la misma violencia.
Parte de su propia Teoría de los Instintos, en donde afirma que la humanidad no podrá manejar la guerra hasta que no controle sus propios instintos, su propia naturaleza animal: la base detrás de las conductas.