Spider-Man de 1977: la película que no es película
Para otros, en cambio, la primera aparición de Spider-Man vino con el live action de 1977, pues se trató de una verdadera película… más o menos. Dirigida por E. W. Swackhamer (cuyos créditos incluyen The Flying Nun y Law & Order), la película tuvo estreno en salas de cine en varios territorios, pero en Estados Unidos se estrenó sólo en televisión. Sirvió como un improvisado piloto para la serie The Amazing Spider-Man de 1978.
Así es: no había Green Goblin, ni Doctor Octopus, ni Mysterio. El antagonista era un hipnotista que podía manipular a las masas a voluntad. Algo muy parecido a lo que vemos con Kilgrave (David Tennant) en Jessica Jones.
Naturalmente, dadas las limitaciones técnicas de la época, los efectos especiales eran bastante básicos, y por lo mismo, la acción fue muy restringida. Aunque apreciada hoy en día por ser la primera incursión fílmica de Spidey, la realidad es que parecía una película de kung fu de serie B.
“Si Spider-Man tenía que estar en el piso 90 del Empire State, el equipo tenía que tomar el elevador, abrir la ventana y decir ‘OK, Nicholas, vas’”, recordó Hammond en una entrevista previa al estreno de Spider-Man de 2002. “No había trucos ni efectos por computadora”.
Cuando el piloto salió al aire, disparó los ratings de la CBS. “En el primer día de rodaje, pasé todo el día en mi tráiler y salí vestido como Peter Parker, con su fea chamarra de pana y su cámara en el cuello”, narró Hammond. “Casi de inmediato, unas 500 personas se detuvieron y comenzaron a mirarnos. Me llamaban ‘Peter’ o ‘Spidey’. De pronto me di cuenta que la gente estaba mirando esto, les gustaba y les emocionaba”, explicó el actor.
La CBS no tardó en autorizar la producción de una serie de televisión. La primera temporada, de sólo seis episodios (contando la película como piloto) se transmitió durante 1978. Los dos primeros episodios, The Deadly Dust partes 1 y 2, fueron lanzados en cines de Europa como una película titulada Spider-Man Strikes Back.
Sin embargo, cuando la serie continuó con su segunda temporada, entre 1978 y 1979, había pasado el furor. La producción no contaba con personajes de los cómics, más allá de James Jonah Jameson (David White y Robert F. Simon) y la tía May (interpretada por diferentes actrices en cada episodio). Con varias producciones de superhéroes también en su programación (como el Hulk de Ferrigno y The New Adventures of Wonder Woman, con Lynda Carter), CBS temió ser percibida “meramente” como un canal de superhéroes, así que canceló la serie del arácnido. Los últimos episodios fueron agrupados y estrenados en Europa y México como la película Spider-Man: The Dragon’s Challenge de 1981.
CBS
Spider-Man de 1977 fue un hito por marcar el debut fílmico del superhéroe, al menos en parte. Traer a la vida al trepamuros era un logro en su momento, y el propio creador del personaje, Stan Lee opinó que “a nivel técnico, creo que hicieron un buen trabajo. Las escenas de él escalando las paredes… en esos días, no tenían los medios que existen hoy, así que lo hicieron bastante bien”.
Sin embargo, fue muy claro al decir que la serie como un todo, sencillamente, no le gustó. “Siento que quienes hicieron la serie en live action dejaron fuera los elementos esenciales que hacían popular al cómic”, expresó Lee. “Quitaron el humor. Quitaron el interés humano, la personalidad, las caracterizaciones y problemas personales”.

Más allá de Spider-Man de 1977
Podríamos decir que “el resto es historia”, pero hubo algunas piedras más en el camino. Tōei, compañía responsable por las series de efectos especiales tokusatsu, comenzó a producir la serie Supaidāman en 1978, con todo y robots gigantes. Para los ochenta, sin embargo, el fracaso de Superman III auguraba que el momento del cine de superhéroes había pasado.
Spider-Man de 1977: la película que no es película
Para otros, en cambio, la primera aparición de Spider-Man vino con el live action de 1977, pues se trató de una verdadera película… más o menos. Dirigida por E. W. Swackhamer (cuyos créditos incluyen The Flying Nun y Law & Order), la película tuvo estreno en salas de cine en varios territorios, pero en Estados Unidos se estrenó sólo en televisión. Sirvió como un improvisado piloto para la serie The Amazing Spider-Man de 1978.
Así es: no había Green Goblin, ni Doctor Octopus, ni Mysterio. El antagonista era un hipnotista que podía manipular a las masas a voluntad. Algo muy parecido a lo que vemos con Kilgrave (David Tennant) en Jessica Jones.
Naturalmente, dadas las limitaciones técnicas de la época, los efectos especiales eran bastante básicos, y por lo mismo, la acción fue muy restringida. Aunque apreciada hoy en día por ser la primera incursión fílmica de Spidey, la realidad es que parecía una película de kung fu de serie B.
“Si Spider-Man tenía que estar en el piso 90 del Empire State, el equipo tenía que tomar el elevador, abrir la ventana y decir ‘OK, Nicholas, vas’”, recordó Hammond en una entrevista previa al estreno de Spider-Man de 2002. “No había trucos ni efectos por computadora”.
Cuando el piloto salió al aire, disparó los ratings de la CBS. “En el primer día de rodaje, pasé todo el día en mi tráiler y salí vestido como Peter Parker, con su fea chamarra de pana y su cámara en el cuello”, narró Hammond. “Casi de inmediato, unas 500 personas se detuvieron y comenzaron a mirarnos. Me llamaban ‘Peter’ o ‘Spidey’. De pronto me di cuenta que la gente estaba mirando esto, les gustaba y les emocionaba”, explicó el actor.
La CBS no tardó en autorizar la producción de una serie de televisión. La primera temporada, de sólo seis episodios (contando la película como piloto) se transmitió durante 1978. Los dos primeros episodios, The Deadly Dust partes 1 y 2, fueron lanzados en cines de Europa como una película titulada Spider-Man Strikes Back.
Sin embargo, cuando la serie continuó con su segunda temporada, entre 1978 y 1979, había pasado el furor. La producción no contaba con personajes de los cómics, más allá de James Jonah Jameson (David White y Robert F. Simon) y la tía May (interpretada por diferentes actrices en cada episodio). Con varias producciones de superhéroes también en su programación (como el Hulk de Ferrigno y The New Adventures of Wonder Woman, con Lynda Carter), CBS temió ser percibida “meramente” como un canal de superhéroes, así que canceló la serie del arácnido. Los últimos episodios fueron agrupados y estrenados en Europa y México como la película Spider-Man: The Dragon’s Challenge de 1981.
CBS
Spider-Man de 1977 fue un hito por marcar el debut fílmico del superhéroe, al menos en parte. Traer a la vida al trepamuros era un logro en su momento, y el propio creador del personaje, Stan Lee opinó que “a nivel técnico, creo que hicieron un buen trabajo. Las escenas de él escalando las paredes… en esos días, no tenían los medios que existen hoy, así que lo hicieron bastante bien”.
Sin embargo, fue muy claro al decir que la serie como un todo, sencillamente, no le gustó. “Siento que quienes hicieron la serie en live action dejaron fuera los elementos esenciales que hacían popular al cómic”, expresó Lee. “Quitaron el humor. Quitaron el interés humano, la personalidad, las caracterizaciones y problemas personales”.

Más allá de Spider-Man de 1977
Podríamos decir que “el resto es historia”, pero hubo algunas piedras más en el camino. Tōei, compañía responsable por las series de efectos especiales tokusatsu, comenzó a producir la serie Supaidāman en 1978, con todo y robots gigantes. Para los ochenta, sin embargo, el fracaso de Superman III auguraba que el momento del cine de superhéroes había pasado.