Hilo claro, para comenzar el día. Delicado trazo color de luz, que ella iba pasando entre los hilos extendidos, mientras afuera la claridad de la mañana dibujaba el horizonte. Después, lanas más vivas, cálidas, iban tejiendo, hora a hora, en un largo tapiz que no acababa nunca. Tejer era todo lo que hacía, tejer era todo lo que quería. ”
La joven poseía un don y con su telar, nada le faltaba. Si sentía hambre, tejía un lindo pez esmerándose en las escamas. Y he ahí, el pez aparecía en la mesa listo para la cena. Manejando la lanzadera de un lado a otro, moviendo los grandes peines del telar hacia delante y hacia atrás, los paisajes tejidos carecían de susurros y, en el silencio, la joven clamaba por oír una voz que le hiciese compañía. Deseó alguien en quién acurrucarse y sin pensarlo comenzó a urdir lanas nuevas. Poco a poco del tapiz emergió un rostro barbudo, un cuerpo emplumado y unos zapatos lustrados tan reales como lo quiso. Compartir aquello que parecía amor le resultó una simple quimera; su independencia y su mágico poder se vieron coartados por las continuas exigencias materiales de su príncipe amado. Nada era suficiente y cada orden era mayor a la anterior, mientras afuera la nieve caía y ella ni tiempo tenía de llamar al sol. Su tristeza le pareció mayor que el palacio, que los criados y los carruajes, entonces quiso volver a estar sola y destejió uno a uno, los caprichos de su marido.
Respuesta:
divertida siempre tenía ganas de tejer cosas
Verified answer
Respuesta:
Hilo claro, para comenzar el día. Delicado trazo color de luz, que ella iba pasando entre los hilos extendidos, mientras afuera la claridad de la mañana dibujaba el horizonte. Después, lanas más vivas, cálidas, iban tejiendo, hora a hora, en un largo tapiz que no acababa nunca. Tejer era todo lo que hacía, tejer era todo lo que quería. ”
La joven poseía un don y con su telar, nada le faltaba. Si sentía hambre, tejía un lindo pez esmerándose en las escamas. Y he ahí, el pez aparecía en la mesa listo para la cena. Manejando la lanzadera de un lado a otro, moviendo los grandes peines del telar hacia delante y hacia atrás, los paisajes tejidos carecían de susurros y, en el silencio, la joven clamaba por oír una voz que le hiciese compañía. Deseó alguien en quién acurrucarse y sin pensarlo comenzó a urdir lanas nuevas. Poco a poco del tapiz emergió un rostro barbudo, un cuerpo emplumado y unos zapatos lustrados tan reales como lo quiso. Compartir aquello que parecía amor le resultó una simple quimera; su independencia y su mágico poder se vieron coartados por las continuas exigencias materiales de su príncipe amado. Nada era suficiente y cada orden era mayor a la anterior, mientras afuera la nieve caía y ella ni tiempo tenía de llamar al sol. Su tristeza le pareció mayor que el palacio, que los criados y los carruajes, entonces quiso volver a estar sola y destejió uno a uno, los caprichos de su marido.
Explicación:
CORONA y hola denuevo XD