Al hilo de las investigaciones de von Bischoff, en el último siglo se han llevado a cabo numerosos estudios sobre el tema.
Un metaanálisis de 2015 indica que el tamaño del cerebro no se relaciona con el cociente intelectual
Varios de ellos se recopilaron en 2015, en un metaanálisis que concluía que en realidad el tamaño del cerebro no se correlaciona necesariamente con el cociente intelectual, aunque sí parecen hacerlo su estructura y su integridad.
No hay, por lo tanto, ninguna razón para afirmar que los hombres sean más inteligentes que las mujeres o viceversa. Lógicamente.
¿Somos más listos cuanto más grande sea nuestro cerebro?
En 1868, el médico y biólogo alemán Theodor Ludwig Wilhelm von Bischoff publicó su obra Las circunvoluciones cerebrales del hombre, en la que planteaba los resultados de sus investigaciones sobre este órgano. Entre ellas, fue especialmente polémica la que indicaba que el tamaño del cerebro es un indicador de la inteligencia de una persona, de ahí que, según él, los hombres fueran más inteligentes que las mujeres.
Cuenta la leyenda que tras su muerte donó a la ciencia su cerebro y que, cuando se procedió a pesarlo, se descubrió que su masa era menor que la de la media de las mujeres. Sin duda habría sido un desenlace magnífico para la historia, aunque la realidad es que se encontraba un poco por encima de la media masculina. ¿Pero significa eso que era muy inteligente? Puede que sí, a pesar de sus afirmaciones machistas. Pero los resultados de los últimos estudios indican que sus afirmaciones estaban lejos de ser ciertas.
Sí que es verdad que existen estudios que señalan que los cerebros más grandes aportan una mayor capacidad de memoria y aprendizaje. Por ende, se apunta a que los primates con este órgano más pesado son los más inteligentes, con el ser humano en la cúspide, por encima del resto. Sin embargo, una nueva investigación, recién publicada en PeerJ, fulmina esta teoría, al mostrar que los lémures, con cerebros diminutos, consiguen puntuaciones similares a las de otros primates en algunas de las pruebas de habilidades cognitivas.
Respuesta:
no
Explicación:
¿El tamaño del cerebro importa?
Al hilo de las investigaciones de von Bischoff, en el último siglo se han llevado a cabo numerosos estudios sobre el tema.
Un metaanálisis de 2015 indica que el tamaño del cerebro no se relaciona con el cociente intelectual
Varios de ellos se recopilaron en 2015, en un metaanálisis que concluía que en realidad el tamaño del cerebro no se correlaciona necesariamente con el cociente intelectual, aunque sí parecen hacerlo su estructura y su integridad.
No hay, por lo tanto, ninguna razón para afirmar que los hombres sean más inteligentes que las mujeres o viceversa. Lógicamente.
¿Somos más listos cuanto más grande sea nuestro cerebro?
En 1868, el médico y biólogo alemán Theodor Ludwig Wilhelm von Bischoff publicó su obra Las circunvoluciones cerebrales del hombre, en la que planteaba los resultados de sus investigaciones sobre este órgano. Entre ellas, fue especialmente polémica la que indicaba que el tamaño del cerebro es un indicador de la inteligencia de una persona, de ahí que, según él, los hombres fueran más inteligentes que las mujeres.
Cuenta la leyenda que tras su muerte donó a la ciencia su cerebro y que, cuando se procedió a pesarlo, se descubrió que su masa era menor que la de la media de las mujeres. Sin duda habría sido un desenlace magnífico para la historia, aunque la realidad es que se encontraba un poco por encima de la media masculina. ¿Pero significa eso que era muy inteligente? Puede que sí, a pesar de sus afirmaciones machistas. Pero los resultados de los últimos estudios indican que sus afirmaciones estaban lejos de ser ciertas.
Sí que es verdad que existen estudios que señalan que los cerebros más grandes aportan una mayor capacidad de memoria y aprendizaje. Por ende, se apunta a que los primates con este órgano más pesado son los más inteligentes, con el ser humano en la cúspide, por encima del resto. Sin embargo, una nueva investigación, recién publicada en PeerJ, fulmina esta teoría, al mostrar que los lémures, con cerebros diminutos, consiguen puntuaciones similares a las de otros primates en algunas de las pruebas de habilidades cognitivas.