La mayoría de los estudios coinciden en que la alimentación influye en la salud hasta el punto de determinar que una persona padezca enfermedades crónicas tales como el cáncer, enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica o ictus hemorrágico entre las más frecuentes), diabetes, osteoporosis, enfermedades dentales y obesidad.
Deterioro de la memoria
Esta fue la conclusión del estudio que realizó la universidad UNSW de Sidney, al ver que después de someter a unos ratones de laboratorio a una dieta rica en grasas y azúcar, estos sufrieron pérdidas de memoria al sexto día de iniciar el experimento. Después de realizar las pruebas, detectaron que los ratones habían sufrido una inflamación del hipocampo, una de las primeras regiones afectadas por el Alzheimer, aunque no se podía afirmar por ahora que existiera una relación directa con esta enfermedad.
Bajo rendimiento deportivo
Si practicas deporte regularmente y te das un capricho ocasionalmente de comida basura es probable que no afecte a tu composición corporal ni a tu rendimiento deportivo, pero sí que tendría consecuencias a largo plazo si consumes habitualmente este tipo de productos, ya que altera el ritmo de recuperación, podría aumentar el riesgo de lesiones e incrementar los volúmenes de fatiga y cansancio, básicamente porque el combustible que ofrecemos a nuestro organismo es de baja calidad.
Es básico aportar a nuestro organismo vitaminas y minerales procedentes de alimentos de buena calidad como el pescado, cereales integrales, legumbres, verduras, fruta y frutos secos.
Insomnio
Existen ciertos hábitos que pueden ocasionar insomnio o dificultad para conciliar el sueño, como por ejemplo tomar productos procesados o bebidas ricas en azúcares añadidos. Para evitar el insomnio, existen algunos alimentos ricos en melatonina (la hormona del sueño) y serotonina (la hormona precursora) como las cerezas, cereales sin azúcar, plátanos o las nueces
Problemas digestivos
No seguir una dieta saludable comporta que nuestro organismo no asimile correctamente los nutrientes y se observan desajustes intestinales y estomacales. Esto sucede cuando consumimos regularmente productos ricos en grasas saturadas y más aún si los hemos freído antes. El aceite se deposita en las paredes del estómago y genera una irritación que puede provocar acidez estomacal, gastritis o incluso úlceras, aparte de aumentar los niveles de colesterol i triglicéridos.
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Respuesta:
Una larga lista de enfermedades asociadas
La mayoría de los estudios coinciden en que la alimentación influye en la salud hasta el punto de determinar que una persona padezca enfermedades crónicas tales como el cáncer, enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica o ictus hemorrágico entre las más frecuentes), diabetes, osteoporosis, enfermedades dentales y obesidad.
Deterioro de la memoria
Esta fue la conclusión del estudio que realizó la universidad UNSW de Sidney, al ver que después de someter a unos ratones de laboratorio a una dieta rica en grasas y azúcar, estos sufrieron pérdidas de memoria al sexto día de iniciar el experimento. Después de realizar las pruebas, detectaron que los ratones habían sufrido una inflamación del hipocampo, una de las primeras regiones afectadas por el Alzheimer, aunque no se podía afirmar por ahora que existiera una relación directa con esta enfermedad.
Bajo rendimiento deportivo
Si practicas deporte regularmente y te das un capricho ocasionalmente de comida basura es probable que no afecte a tu composición corporal ni a tu rendimiento deportivo, pero sí que tendría consecuencias a largo plazo si consumes habitualmente este tipo de productos, ya que altera el ritmo de recuperación, podría aumentar el riesgo de lesiones e incrementar los volúmenes de fatiga y cansancio, básicamente porque el combustible que ofrecemos a nuestro organismo es de baja calidad.
Es básico aportar a nuestro organismo vitaminas y minerales procedentes de alimentos de buena calidad como el pescado, cereales integrales, legumbres, verduras, fruta y frutos secos.
Insomnio
Existen ciertos hábitos que pueden ocasionar insomnio o dificultad para conciliar el sueño, como por ejemplo tomar productos procesados o bebidas ricas en azúcares añadidos. Para evitar el insomnio, existen algunos alimentos ricos en melatonina (la hormona del sueño) y serotonina (la hormona precursora) como las cerezas, cereales sin azúcar, plátanos o las nueces
Problemas digestivos
No seguir una dieta saludable comporta que nuestro organismo no asimile correctamente los nutrientes y se observan desajustes intestinales y estomacales. Esto sucede cuando consumimos regularmente productos ricos en grasas saturadas y más aún si los hemos freído antes. El aceite se deposita en las paredes del estómago y genera una irritación que puede provocar acidez estomacal, gastritis o incluso úlceras, aparte de aumentar los niveles de colesterol i triglicéridos.
Explicación:
coronita plis
Respuesta:
espero y te ayude con tu tarea