El inicio de la educación sexual que sucede en los primeros años, se forma la conciencia sexual posibilitando que el niño o la niña se acepten como son, enseñándole a descubrir su propio cuerpo para que se identifiquen y asuman las diferencias anatómicas de cada sexo. La sexualidad es también cosa de niños, por tanto la curiosidad que nos muestran debe ser contestada en la medida de lo posible. En muchas ocasiones, el nacimiento de un nuevo hermanito es el punto de partida para que tu hijo comience a hacerse estas preguntas.
Las trabas, los miedos y las falsas creencias no son una buena norma ni una buena moral para la educación de un niño. Se debe utilizar un vocabulario que evite relacionar lo sexual con algo sucio y las risitas o muecas que puedan hacerle creer que es algo gracioso. Lo que está claro es que siempre debemos respetar su edad y darle respuestas comprensibles y adecuadas.
El inicio de la educación sexual que sucede en los primeros años, se forma la conciencia sexual posibilitando que el niño o la niña se acepten como son, enseñándole a descubrir su propio cuerpo para que se identifiquen y asuman las diferencias anatómicas de cada sexo. La sexualidad es también cosa de niños, por tanto la curiosidad que nos muestran debe ser contestada en la medida de lo posible. En muchas ocasiones, el nacimiento de un nuevo hermanito es el punto de partida para que tu hijo comience a hacerse estas preguntas.
Las trabas, los miedos y las falsas creencias no son una buena norma ni una buena moral para la educación de un niño. Se debe utilizar un vocabulario que evite relacionar lo sexual con algo sucio y las risitas o muecas que puedan hacerle creer que es algo gracioso. Lo que está claro es que siempre debemos respetar su edad y darle respuestas comprensibles y adecuadas.