Los cenotes son pozos de agua dulce creados como consecuencia de la erosión del a piedra caliza. Se encuentran en México.
El cenote Zaci estaba ubicado dentro de una ciudad con el mismo nombre. Allí vivía una joven llamada Sac-Nicte, nieta de una bruja. Sac-Nicte estaba enamorada de Hul-Kin, hijo del cacique del pueblo. La familias de la bruja y la familia del cacique eran enemigas, por lo que los jóvenes se veían a escondidas. Cuando el padre se enteró del romance, envió a Hul-Kin a otro pueblo, a casarse con otra joven. La bruja hizo rituales para que Hul-Kin regresara y le devolviera la alegría a su nieta, pero fue en vano.
La noche anterior de la boda de Hul-Kin, Sac –Nicte se arrojó al cenote con una piedra atada a su cabello. En el momento de la muerte de la joven, Hul-Kin sintió un dolor en el pecho que lo obligó a volver a Zaci. Al enterarse de lo sucedido, Hul-Kin se arrojó también al cenote y se ahogó. Finalmente los sortilegios de la bruja habían obtenido una respuesta, y Hul-Kin había regresado para permanecer siempre con Sac-Nicte.
Leyenda de la luz mala
El origen de esta leyenda se encuentra en una fosforescencia que se ve en cerros y quebradas del noroeste argentino, durante los meses secos.
La leyenda sostiene que este es el farol de Mandinga (el Diablo con forma humana) y que su aparición indica sitios donde se esconden tesoros. La luz sería también el espíritu del difunto dueño de los tesoros, intentando alejar a los curiosos.
El día de San Bartolomé (24 de agosto) es cuando se ven mejor estas luces.
Leyenda de la princesa y el pastor
Esta leyenda es la base de las leyenda de Qi xi y Tanabata.
La princesa Orihime (también llamada la princesa tejedora), tejía vestidos para su padre (tejía las nubes del cielo) a orillas del río. Su padre era el rey celestial. Orihime se enamoró de un pastor llamado Hikoboshi. En un principio la relación se desarrolló sin dificultades, pero luego ambos comenzaron a descuidar sus tareas por estar tan compenetrados en su amor.
Al ver que esta situación no se solucionaba, el rey celestial los castigó separándolos y convirtiéndolos en estrellas. Sin embargo, los enamorados pueden volver a verse una noche en el año, el séptimo día del séptimo mes.
Leyenda de la Mojana
Según la leyenda colombiana, la Mojana es una mujer diminuta que rapta a los niños que se acercan a sus dominios. Vive en una casa de piedra, debajo del agua, es blanca y tiene larguísimos cabellos dorados.
Para proteger a los niños de la Mojana es necesario atarlos con un cordón.
Leyenda de la Sallana
Esta es una leyenda mexicana de época colonial. La Sallana es una mujer que se le aparece y aterroriza a borrachos y chismosas. Esto se debe a que los chismes arruinaron su vida.
Cuando vivía, estaba felizmente casada y tenía un hijo. Sin embargo, llegaron a sus oídos los chismes de que su marido le era infiel con su madre. Enloquecida, la Sallana asesinó y descuartizó a su marido, asesinó a su hijo y luego a su madre. Por el pecado de haber asesinado a toda su familia, está condenada a vagar eternamente sola.
Respuesta:
Leyenda del cenote zací
Los cenotes son pozos de agua dulce creados como consecuencia de la erosión del a piedra caliza. Se encuentran en México.
El cenote Zaci estaba ubicado dentro de una ciudad con el mismo nombre. Allí vivía una joven llamada Sac-Nicte, nieta de una bruja. Sac-Nicte estaba enamorada de Hul-Kin, hijo del cacique del pueblo. La familias de la bruja y la familia del cacique eran enemigas, por lo que los jóvenes se veían a escondidas. Cuando el padre se enteró del romance, envió a Hul-Kin a otro pueblo, a casarse con otra joven. La bruja hizo rituales para que Hul-Kin regresara y le devolviera la alegría a su nieta, pero fue en vano.
La noche anterior de la boda de Hul-Kin, Sac –Nicte se arrojó al cenote con una piedra atada a su cabello. En el momento de la muerte de la joven, Hul-Kin sintió un dolor en el pecho que lo obligó a volver a Zaci. Al enterarse de lo sucedido, Hul-Kin se arrojó también al cenote y se ahogó. Finalmente los sortilegios de la bruja habían obtenido una respuesta, y Hul-Kin había regresado para permanecer siempre con Sac-Nicte.
Leyenda de la luz mala
El origen de esta leyenda se encuentra en una fosforescencia que se ve en cerros y quebradas del noroeste argentino, durante los meses secos.
La leyenda sostiene que este es el farol de Mandinga (el Diablo con forma humana) y que su aparición indica sitios donde se esconden tesoros. La luz sería también el espíritu del difunto dueño de los tesoros, intentando alejar a los curiosos.
El día de San Bartolomé (24 de agosto) es cuando se ven mejor estas luces.
Leyenda de la princesa y el pastor
Esta leyenda es la base de las leyenda de Qi xi y Tanabata.
La princesa Orihime (también llamada la princesa tejedora), tejía vestidos para su padre (tejía las nubes del cielo) a orillas del río. Su padre era el rey celestial. Orihime se enamoró de un pastor llamado Hikoboshi. En un principio la relación se desarrolló sin dificultades, pero luego ambos comenzaron a descuidar sus tareas por estar tan compenetrados en su amor.
Al ver que esta situación no se solucionaba, el rey celestial los castigó separándolos y convirtiéndolos en estrellas. Sin embargo, los enamorados pueden volver a verse una noche en el año, el séptimo día del séptimo mes.
Leyenda de la Mojana
Según la leyenda colombiana, la Mojana es una mujer diminuta que rapta a los niños que se acercan a sus dominios. Vive en una casa de piedra, debajo del agua, es blanca y tiene larguísimos cabellos dorados.
Para proteger a los niños de la Mojana es necesario atarlos con un cordón.
Leyenda de la Sallana
Esta es una leyenda mexicana de época colonial. La Sallana es una mujer que se le aparece y aterroriza a borrachos y chismosas. Esto se debe a que los chismes arruinaron su vida.
Cuando vivía, estaba felizmente casada y tenía un hijo. Sin embargo, llegaron a sus oídos los chismes de que su marido le era infiel con su madre. Enloquecida, la Sallana asesinó y descuartizó a su marido, asesinó a su hijo y luego a su madre. Por el pecado de haber asesinado a toda su familia, está condenada a vagar eternamente sola.