La obra hecho por agustino Juan González de Mendoza pudo haber sido el primer libro publicado en Europa (1585) que contiene (un intento de reproducción de los) caracteres chinos. Aquí, al parecer, Mendoza intenta dibujar el carácter 城 ("ciudad").
El contacto entre China y México se remonta a los primeros días del Imperio Colonial Español en América y en las Filipinas. Del siglo XVI al XVII, personas, bienes y noticias viajaban entre China y España, principalmente por medio de Manila a Acapulco por el Galeón de Manila. Los dos primeros galeones cargados con productos chinos llegaron desde las Filipinas hasta Acapulco en 1573.12
Los “Pesos de ocho” fueron de particular importancia para el comercio entre el Imperio Colonial Español y las Dinastías Ming y Qing de China; estas monedas eran de plata fina, acuñadas en México con plata mexicana.3 Incluso después de la Independencia de México y la pérdida de Filipinas, los pesos mexicanos se mantuvieron en el sistema monetario de China. A finales de la Dinastía Qing, estos se convirtieron en la norma relativa para las monedas de plata que la China provincial empezó a producir.4
Esta conexión histórica entre los dos países es atestiguada por dos importantes libros en español (pronto traducidos a otros idiomas principales de Europa) que fueron de la autoría de eclesiásticos españoles establecidos en México: Juan González de Mendoza, "La historia de la gran y poderoso reino de China y la situación de la misma" (1585); y Juan de Palafox y Mendoza "La Historia de la Conquista de China por los Tártaros" (publicado póstumamente en 1670).5
En diciembre de 1899, China y México establecieron formalmente relaciones diplomáticas después de firmar un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. En un principio los diplomáticos mexicanos en China tenían su residencia en Japón. En 1904, México abrió su primera misión diplomática en Pekín y mantuvo una misión diplomática en diferentes ciudades, que se vio obligado a desplazar durante diversas guerras e inestabilidad, hasta que la misión fue finalmente cerrada debido a la invasión japonesa en 1941. Para 1942, México reabrió una misión diplomática en la ciudad de Chongqing y en 1943 las misiones diplomáticas entre ambas naciones fueron elevadas a rango de embajadas.6
En 1971, México decidió romper las relaciones diplomáticas formales con la República de China (Taiwán) después de la aprobación exitosa de la Resolución de 2758 en las Naciones Unidas, reconociendo a la República Popular China como el único representante legítimo de China ante las Naciones Unidas. El 14 de febrero de 1972, la República Popular de China y México establecieron relaciones diplomáticas.6 México se convirtió en el cuarto país de América Latina en establecer relaciones formales con China. El presidente mexicano Luis Echeverría Álvarez se convirtió en el primer jefe de estado mexicano en visitar a China en 1973 y se reunió con el presidente chino Mao Zedong.6
El 5 de diciembre de 1986, el presidente Miguel de la Madrid se reunió en Pekín con el primer ministro chino, Zhao Ziyang, en una cena ofrecida en su honor, por lo cual De la Madrid dio un discurso.7
En 2005, el presidente chino, Hu Jintao llegó a México prometiendo una mayor inversión en la industria automotriz y la exportación de minerales. En julio de 2008, el presidente mexicano, Felipe Calderón Hinojosa correspondió con una visita a Pekín en un intento por mejorar el comercio bilateral. Sin embargo, China se ha centrado más en los productores de materias primas de América del Sur como Brasil y Chile para alimentar su economía de exportación. En 2008, México exportó más de $2 mil millones de dólares de productos a China, mientras que la importación rebasaba los $34 mil millones de dólares; incluyendo ropa, electrónica y baratijas turísticas.
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Historia
La obra hecho por agustino Juan González de Mendoza pudo haber sido el primer libro publicado en Europa (1585) que contiene (un intento de reproducción de los) caracteres chinos. Aquí, al parecer, Mendoza intenta dibujar el carácter 城 ("ciudad").
El contacto entre China y México se remonta a los primeros días del Imperio Colonial Español en América y en las Filipinas. Del siglo XVI al XVII, personas, bienes y noticias viajaban entre China y España, principalmente por medio de Manila a Acapulco por el Galeón de Manila. Los dos primeros galeones cargados con productos chinos llegaron desde las Filipinas hasta Acapulco en 1573.12
Los “Pesos de ocho” fueron de particular importancia para el comercio entre el Imperio Colonial Español y las Dinastías Ming y Qing de China; estas monedas eran de plata fina, acuñadas en México con plata mexicana.3 Incluso después de la Independencia de México y la pérdida de Filipinas, los pesos mexicanos se mantuvieron en el sistema monetario de China. A finales de la Dinastía Qing, estos se convirtieron en la norma relativa para las monedas de plata que la China provincial empezó a producir.4
Esta conexión histórica entre los dos países es atestiguada por dos importantes libros en español (pronto traducidos a otros idiomas principales de Europa) que fueron de la autoría de eclesiásticos españoles establecidos en México: Juan González de Mendoza, "La historia de la gran y poderoso reino de China y la situación de la misma" (1585); y Juan de Palafox y Mendoza "La Historia de la Conquista de China por los Tártaros" (publicado póstumamente en 1670).5
En diciembre de 1899, China y México establecieron formalmente relaciones diplomáticas después de firmar un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación. En un principio los diplomáticos mexicanos en China tenían su residencia en Japón. En 1904, México abrió su primera misión diplomática en Pekín y mantuvo una misión diplomática en diferentes ciudades, que se vio obligado a desplazar durante diversas guerras e inestabilidad, hasta que la misión fue finalmente cerrada debido a la invasión japonesa en 1941. Para 1942, México reabrió una misión diplomática en la ciudad de Chongqing y en 1943 las misiones diplomáticas entre ambas naciones fueron elevadas a rango de embajadas.6
En 1971, México decidió romper las relaciones diplomáticas formales con la República de China (Taiwán) después de la aprobación exitosa de la Resolución de 2758 en las Naciones Unidas, reconociendo a la República Popular China como el único representante legítimo de China ante las Naciones Unidas. El 14 de febrero de 1972, la República Popular de China y México establecieron relaciones diplomáticas.6 México se convirtió en el cuarto país de América Latina en establecer relaciones formales con China. El presidente mexicano Luis Echeverría Álvarez se convirtió en el primer jefe de estado mexicano en visitar a China en 1973 y se reunió con el presidente chino Mao Zedong.6
El 5 de diciembre de 1986, el presidente Miguel de la Madrid se reunió en Pekín con el primer ministro chino, Zhao Ziyang, en una cena ofrecida en su honor, por lo cual De la Madrid dio un discurso.7
En 2005, el presidente chino, Hu Jintao llegó a México prometiendo una mayor inversión en la industria automotriz y la exportación de minerales. En julio de 2008, el presidente mexicano, Felipe Calderón Hinojosa correspondió con una visita a Pekín en un intento por mejorar el comercio bilateral. Sin embargo, China se ha centrado más en los productores de materias primas de América del Sur como Brasil y Chile para alimentar su economía de exportación. En 2008, México exportó más de $2 mil millones de dólares de productos a China, mientras que la importación rebasaba los $34 mil millones de dólares; incluyendo ropa, electrónica y baratijas turísticas.
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