¿Por qué surgen los conflictos? ¿Qué podemos hacer para resolverlos y disminuir su frecuencia?
Por más obvio que parezca, muchas personas no están conscientes que el origen y la solución se encuentran en un mismo factor: LA COMUNICACIÓN. Una comunicación deficiente promoverá los conflictos; una COMUNICACIÓN ASERTIVA ayudará a encontrar soluciones y acuerdos satisfactorios para ambas partes.
Hay algo importante que resaltar: EL CONFLICTO NO ES MALO, pues bien manejado promueve la búsqueda de mejores soluciones para todos, fortalece las relaciones interpersonales, promueve el respeto a la diferencia de opiniones y lleva a mejores resultados para los equipos de trabajo y las organizaciones. Esto, por supuesto, también aplica en el ámbito familiar y social.
Lo que es negativo es el PLEITO, definido aquí como una situación en donde las partes involucradas se aferran a su propio punto de vista como una verdad absoluta e indiscutible, no permiten al “oponente” expresarse ni están dispuestos a escucharle, o si le dejan hablar no se abren a la posibilidad que haya algo de valor en lo que la otra persona dice. Ante actitudes cerradas no es posible encontrar soluciones a los conflictos. La madurez emocional es la clave que abre esa posibilidad: la persona que toma el primer paso hacia la apertura y validación del otro, reconociendo que puede tener opiniones distintas, lleva la delantera.
Como vemos en los párrafos anteriores, el elemento clave para la resolución de conflictos es LA ESCUCHA (¡Sí, la escucha!). La siguiente autoevaluación busca que reflexiones acerca de la calidad de tu escucha, y la manera en que esto puede estar afectando la resolución de conflictos en tu empresa. Recuerda que el líder da el ejemplo: si la cabeza de la organización evita enfrentar los conflictos y resolverlos, sus seguidores le imitarán
¿Por qué surgen los conflictos? ¿Qué podemos hacer para resolverlos y disminuir su frecuencia?
Por más obvio que parezca, muchas personas no están conscientes que el origen y la solución se encuentran en un mismo factor: LA COMUNICACIÓN. Una comunicación deficiente promoverá los conflictos; una COMUNICACIÓN ASERTIVA ayudará a encontrar soluciones y acuerdos satisfactorios para ambas partes.
Hay algo importante que resaltar: EL CONFLICTO NO ES MALO, pues bien manejado promueve la búsqueda de mejores soluciones para todos, fortalece las relaciones interpersonales, promueve el respeto a la diferencia de opiniones y lleva a mejores resultados para los equipos de trabajo y las organizaciones. Esto, por supuesto, también aplica en el ámbito familiar y social.
Lo que es negativo es el PLEITO, definido aquí como una situación en donde las partes involucradas se aferran a su propio punto de vista como una verdad absoluta e indiscutible, no permiten al “oponente” expresarse ni están dispuestos a escucharle, o si le dejan hablar no se abren a la posibilidad que haya algo de valor en lo que la otra persona dice. Ante actitudes cerradas no es posible encontrar soluciones a los conflictos. La madurez emocional es la clave que abre esa posibilidad: la persona que toma el primer paso hacia la apertura y validación del otro, reconociendo que puede tener opiniones distintas, lleva la delantera.
Como vemos en los párrafos anteriores, el elemento clave para la resolución de conflictos es LA ESCUCHA (¡Sí, la escucha!). La siguiente autoevaluación busca que reflexiones acerca de la calidad de tu escucha, y la manera en que esto puede estar afectando la resolución de conflictos en tu empresa. Recuerda que el líder da el ejemplo: si la cabeza de la organización evita enfrentar los conflictos y resolverlos, sus seguidores le imitarán