Un día, mis manos agrietadas padecieron ante el canzancio, mi madre había muerto. Mi madre era la única persona que me mantenía los pies en el suelo, y le daba razón a mi innecesaria vida, con tan poco descanso. Sin más razones para continuar, planteé acabar con mi vida.
De camino al puente donde acabaría mi vida, encontré a mi yo de los 10 años. Nunca tuve semejante pavor, porque veía a mi esperanza, veía mi inociencia, que había perdido cuando llegué a los 15 y me decidí a trabajar en la fábrica. Pero yo sabía que esa noche ya nada podía volver atrás.
<Ahora paso mis días en paz, paso mis días como un ave, libre, surcando el mar, como un albatros, sin percibir el dolor de las flores del mal.
Explicación:
este texto es de mi autoría, es un relato corto. Espero te halla gustado y servido (Espero que al referirse a un relato se refiera esto)
Respuesta:
Un día, mis manos agrietadas padecieron ante el canzancio, mi madre había muerto. Mi madre era la única persona que me mantenía los pies en el suelo, y le daba razón a mi innecesaria vida, con tan poco descanso. Sin más razones para continuar, planteé acabar con mi vida.
De camino al puente donde acabaría mi vida, encontré a mi yo de los 10 años. Nunca tuve semejante pavor, porque veía a mi esperanza, veía mi inociencia, que había perdido cuando llegué a los 15 y me decidí a trabajar en la fábrica. Pero yo sabía que esa noche ya nada podía volver atrás.
<Ahora paso mis días en paz, paso mis días como un ave, libre, surcando el mar, como un albatros, sin percibir el dolor de las flores del mal.
Explicación:
este texto es de mi autoría, es un relato corto. Espero te halla gustado y servido (Espero que al referirse a un relato se refiera esto)