después de reflexionar y profundizar lo importante qué es cuidar nuestra salud, te invito a realizar el reto de la semana: Escribe ¿CÓMO PODEMOS PROTEGER NUESTRA SALUD FÍSICA Y ESPIRITUAL EN ARMONÍA CON EL MEDIO AMBIENTE EN LA FAMILIA Y COMUNIDAD? Presenta tu trabajo creativamente.
1. Menos carne y más vegetales. El cambio climático también afecta a la salud. Los fenómenos meteorológicos y el aumento de temperaturas y precipitaciones, propician la aparición de enfermedades cardiovasculares, el paludismo o la malnutrición. Una dieta con menos carne y más productos vegetales es la mejor receta para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero al tiempo de seguir una alimentación más saludable.
3. Compartir bienes en vez de poseerlos. Hoy día, gracias a las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales, podemos reinventar las formas tradicionales de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar. Con ello, contribuimos al ahorro de los recursos naturales (materias primas y energía y sus impactos sobre el medio ambiente) y, consecuentemente, ejerceremos menor presión sobre el medio ambiente y sus impactos sobre la salud. Es lo que se denomina “consumo colaborativo”.
4. Comer más sano y sostenible. La contaminación que está fuera, en el medio ambiente, también está dentro de nosotros, en nuestro cuerpo. Con el tiempo, estos contaminantes se magnifican en los ecosistemas y la cadena de alimentación a través de lo que respiramos, comemos y bebemos acumulándose en nosotros y generando enfermedades. Así, entre las recomendaciones de los especialistas se encuentra la de acercarse a tiendas y mercados agroalimentarios e incorporar a nuestra rutina el consumo de productos ecológicos que sean buenos para la salud y la naturaleza.
5. Fomenta el empleo verde y la economía sostenible. El empleo verde es aquel que contribuye a evitar emisiones de gases de efecto
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1. Menos carne y más vegetales. El cambio climático también afecta a la salud. Los fenómenos meteorológicos y el aumento de temperaturas y precipitaciones, propician la aparición de enfermedades cardiovasculares, el paludismo o la malnutrición. Una dieta con menos carne y más productos vegetales es la mejor receta para reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero al tiempo de seguir una alimentación más saludable.
3. Compartir bienes en vez de poseerlos. Hoy día, gracias a las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales, podemos reinventar las formas tradicionales de compartir, intercambiar, prestar, alquilar y regalar. Con ello, contribuimos al ahorro de los recursos naturales (materias primas y energía y sus impactos sobre el medio ambiente) y, consecuentemente, ejerceremos menor presión sobre el medio ambiente y sus impactos sobre la salud. Es lo que se denomina “consumo colaborativo”.
4. Comer más sano y sostenible. La contaminación que está fuera, en el medio ambiente, también está dentro de nosotros, en nuestro cuerpo. Con el tiempo, estos contaminantes se magnifican en los ecosistemas y la cadena de alimentación a través de lo que respiramos, comemos y bebemos acumulándose en nosotros y generando enfermedades. Así, entre las recomendaciones de los especialistas se encuentra la de acercarse a tiendas y mercados agroalimentarios e incorporar a nuestra rutina el consumo de productos ecológicos que sean buenos para la salud y la naturaleza.
5. Fomenta el empleo verde y la economía sostenible. El empleo verde es aquel que contribuye a evitar emisiones de gases de efecto
Explicación:
Respuesta:
coronita pliss
Explicación:
Así es ya que la materia es un organismo muy importante de nuestro cuerpo humano.