Durante el gobierno de Yrigoyen, se protegió los derechos de sindicalización y de huelga del movimiento obrero, comprometiendo al Estado en las disputas entre el capital y el trabajo, a fin de asegurar justicia a ambas partes. Las organizaciones gremiales, en consecuencia, experimentaron un significativo crecimiento.
Durante el gobierno de Yrigoyen, se protegió los derechos de sindicalización y de huelga del movimiento obrero, comprometiendo al Estado en las disputas entre el capital y el trabajo, a fin de asegurar justicia a ambas partes. Las organizaciones gremiales, en consecuencia, experimentaron un significativo crecimiento.