Había una vez dos niñas que habitaban en la ciudad de Buenos Aires, y las dos tenían un mismo sueño que no era otro que comprarse una camiseta de marca para lucir radiantes en la graduación de su colegio. Sin embargo, ninguna de las dos niñas tenían suficientes recursos para hacer frente a los costes de las propias camisetas.
A una de ellas, se le ocurrió la idea de realizar un sorteo de unos dibujos que ellas mismas harían y poder así, vender unos boletos con los que podrían, de venderlos todos ellos, hacerse con una sola camiseta
Había una vez dos niñas que habitaban en la ciudad de Buenos Aires, y las dos tenían un mismo sueño que no era otro que comprarse una camiseta de marca para lucir radiantes en la graduación de su colegio. Sin embargo, ninguna de las dos niñas tenían suficientes recursos para hacer frente a los costes de las propias camisetas.
A una de ellas, se le ocurrió la idea de realizar un sorteo de unos dibujos que ellas mismas harían y poder así, vender unos boletos con los que podrían, de venderlos todos ellos, hacerse con una sola camiseta