Cuando preguntamos cómo ser un marido consagrado, una de las primeras verdades que hay que reconocer, es que por naturaleza nadie es consagrado. Ni los hombres ni las mujeres pueden ser todo lo que Dios quiere que sean por sus propias fuerzas. Así que para ser una esposa o un esposo consagrado, se requiere en primer lugar que entreguemos nuestras vidas al señorío de Jesucristo. Ser "consagrados" significa que debemos tener a Dios. Cuando Su Espíritu vive en nosotros, Él nos empodera para vivir vidas consagradas (Gálatas 2:20; Tito 2:12).
Los maridos tienen que mostrar un amor sacrificial e incondicional por sus esposas de la misma manera que Jesús nos ama; somos Su novia
Explicación:
¿Quién consagra el matrimonio?
Los mismos contrayentes bautizados son los ministros del sacramento del matrimonio: Son los esposos quienes, como ministros de la gracia de Cristo, se confieren mutuamente el sacramento del Matrimonio, expresando ante la Iglesia su libre consentimiento, es decir, no obrando por coacción ni estar impedido por una ley ...
Respuesta:
Cuando preguntamos cómo ser un marido consagrado, una de las primeras verdades que hay que reconocer, es que por naturaleza nadie es consagrado. Ni los hombres ni las mujeres pueden ser todo lo que Dios quiere que sean por sus propias fuerzas. Así que para ser una esposa o un esposo consagrado, se requiere en primer lugar que entreguemos nuestras vidas al señorío de Jesucristo. Ser "consagrados" significa que debemos tener a Dios. Cuando Su Espíritu vive en nosotros, Él nos empodera para vivir vidas consagradas (Gálatas 2:20; Tito 2:12).
Respuesta:
Los maridos tienen que mostrar un amor sacrificial e incondicional por sus esposas de la misma manera que Jesús nos ama; somos Su novia
Explicación:
¿Quién consagra el matrimonio?
Los mismos contrayentes bautizados son los ministros del sacramento del matrimonio: Son los esposos quienes, como ministros de la gracia de Cristo, se confieren mutuamente el sacramento del Matrimonio, expresando ante la Iglesia su libre consentimiento, es decir, no obrando por coacción ni estar impedido por una ley ...