Las principales características del Imperio bizantino son las siguientes:
Su economía se basaba en la producción agrícola y el comercio.
Gran parte de su grandeza fue consecuencia de la producción de riquezas a través de comercio. Su ubicación estratégica en un territorio que vincula el Mar Negro con el Mar Mediterráneo lo hacía punto de paso obligado del intercambio comercial entre Oriente, especialmente China y la India, con Europa occidental.
Aunque fue una continuación del Imperio romano de Oriente, y sus habitantes se consideraban romanos, su cultura fue eminentemente griega. El griego también fue su idioma principal.
Contaba con un poderoso ejército, así como con una flota de guerra que protegía los barcos mercantes del ataque de los piratas. Un arma fundamental fue el llamado «fuego bizantino o griego». Esta arma incendiaria arrojaba un fuego que no se apagaba con agua y consumía los materiales con gran rapidez.
El centro de la vida social de Constantinopla era el hipódromo, donde se realizaban carreras de carros tirados por caballos. La mayor parte de la población pertenecía a uno de los dos equipos más importantes. Su rivalidad excedía lo deportivo, ya que respondían a tendencias políticas y religiosas opuestas, los azules eran de tendencia política más conservadora y los verdes más reformistas.
Alcanzó su máximo esplendor durante el reinado de Justiniano I. Este emperador rompió con el papado; redactó el Código justiniano, que actualizó el sistema jurídico romano; alcanzó la máxima expansión territorial y fomentó la producción cultural y artística.
Respuesta:
Características del Imperio bizantino
Las principales características del Imperio bizantino son las siguientes:
Su economía se basaba en la producción agrícola y el comercio.
Gran parte de su grandeza fue consecuencia de la producción de riquezas a través de comercio. Su ubicación estratégica en un territorio que vincula el Mar Negro con el Mar Mediterráneo lo hacía punto de paso obligado del intercambio comercial entre Oriente, especialmente China y la India, con Europa occidental.
Aunque fue una continuación del Imperio romano de Oriente, y sus habitantes se consideraban romanos, su cultura fue eminentemente griega. El griego también fue su idioma principal.
Contaba con un poderoso ejército, así como con una flota de guerra que protegía los barcos mercantes del ataque de los piratas. Un arma fundamental fue el llamado «fuego bizantino o griego». Esta arma incendiaria arrojaba un fuego que no se apagaba con agua y consumía los materiales con gran rapidez.
El centro de la vida social de Constantinopla era el hipódromo, donde se realizaban carreras de carros tirados por caballos. La mayor parte de la población pertenecía a uno de los dos equipos más importantes. Su rivalidad excedía lo deportivo, ya que respondían a tendencias políticas y religiosas opuestas, los azules eran de tendencia política más conservadora y los verdes más reformistas.
Alcanzó su máximo esplendor durante el reinado de Justiniano I. Este emperador rompió con el papado; redactó el Código justiniano, que actualizó el sistema jurídico romano; alcanzó la máxima expansión territorial y fomentó la producción cultural y artística.