Respuesta:En ocasiones sentimos que no podemos hacer algo, encontramos dificultades y abandonamos el proyecto o la tarea que estamos realizando. Nos hemos acostumbrado a que las cosas sean fáciles, que no requieran pensar, leer o analizar.
De ésta manera nuestro cerebro trabaja lo menos posible, pero así mismo, nos estancamos en nuestra situación buena o mala y no avanzamos. Es allí donde aparece la queja: ¿por qué no me ascienden en el trabajo, por qué no logro mejorar mis finanzas, por qué otros tienen más que yo? Y le damos duro a nuestra autoestima: no soy capaz, no entiendo esto o lo otro, tengo mala suerte, etc. En otros casos culpamos a los demás de nuestros fracasos o errores y actuamos como víctimas. Nos negamos al esfuerzo, a hacer más de lo que nos toca y no queremos nada nuevo en nuestro trabajo, en nuestra familia, en nuestra vida.
La invitación es a reflexionar sobre la actitud que tomamos frente a las situaciones, retos o dificultades que nos trae la vida.
Si tomáramos una actitud diferente ¿qué pasaría? Que ocurría si decimos Sí, yo puedo!!! Sí, Yo quiero? Con una sonrisa, la situación cambia de inmediato, veamos lo positivo de la situación y de los retos. Cuando hay una cara amable ante las dificultades, consigues quien te apoye con más facilidad, generas relaciones sinceras, abres tu mente a las soluciones.
Respuesta:En ocasiones sentimos que no podemos hacer algo, encontramos dificultades y abandonamos el proyecto o la tarea que estamos realizando. Nos hemos acostumbrado a que las cosas sean fáciles, que no requieran pensar, leer o analizar.
De ésta manera nuestro cerebro trabaja lo menos posible, pero así mismo, nos estancamos en nuestra situación buena o mala y no avanzamos. Es allí donde aparece la queja: ¿por qué no me ascienden en el trabajo, por qué no logro mejorar mis finanzas, por qué otros tienen más que yo? Y le damos duro a nuestra autoestima: no soy capaz, no entiendo esto o lo otro, tengo mala suerte, etc. En otros casos culpamos a los demás de nuestros fracasos o errores y actuamos como víctimas. Nos negamos al esfuerzo, a hacer más de lo que nos toca y no queremos nada nuevo en nuestro trabajo, en nuestra familia, en nuestra vida.
La invitación es a reflexionar sobre la actitud que tomamos frente a las situaciones, retos o dificultades que nos trae la vida.
Si tomáramos una actitud diferente ¿qué pasaría? Que ocurría si decimos Sí, yo puedo!!! Sí, Yo quiero? Con una sonrisa, la situación cambia de inmediato, veamos lo positivo de la situación y de los retos. Cuando hay una cara amable ante las dificultades, consigues quien te apoye con más facilidad, generas relaciones sinceras, abres tu mente a las soluciones.
Explicación: