Rocinante no fue un caballo con una vida fácil. No tenía toda la comida que necesitaba una vez que pasó a ser adulto. Siendo un potro, no le faltaba de nada y, por lo tanto, su salud era excelente; pero después poco a poco empezó a perder peso. Llegó a estar tan delgado, que pasaría a ser poco más que piel y huesos.
Respuesta:
Rocinante no fue un caballo con una vida fácil. No tenía toda la comida que necesitaba una vez que pasó a ser adulto. Siendo un potro, no le faltaba de nada y, por lo tanto, su salud era excelente; pero después poco a poco empezó a perder peso. Llegó a estar tan delgado, que pasaría a ser poco más que piel y huesos.
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