Se llama desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy están planteadas.
SALUD:Podemos definir salud como el estado de bienestar físico, metal y social dejando a entender que no significa solamente la ausencia de infecciones o alguna enfermedad.
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE SALUD
La salud, como cualquier otra parcela de la realidad, transciende y a la vez está sujeta a la conceptualización que de la misma podamos hacer en un momento sociocultural concreto. El término salud puede evocar realidades distintas dependiendo de la época histórica, la cultura o civilización en la que nos situemos y los actores y segmentos sociales que lo empleen. (López, 1998). Así, nuestra aproximación al concepto va a estar por tanto condicionada por nuestro universo cultural. (San Martín, 1981)
En un primer momento, podríamos decir que la definición más intuitiva, y más aceptada de entender salud como ausencia de enfermedades. Así durante la primera parte del siglo XX, el estado de la salud pública se describe en general en términos de la presencia o ausencia de enfermedades, y el control de las enfermedades constituye el principal objetivo de todas las instituciones relacionadas con la salud.
Sin embargo, antes de que promediara el siglo, y coincidiendo con el final de la Segunda Guerra Mundial, surgió una comprensión moderna de la salud, tal como se consagra en la Carta de Constitución de la Organización Mundial de la Salud (1946): "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Pero esta definición también fue rechazada por diversos autores por considerarla utópica, estática y subjetiva (Salleras, 1985). Utópica porque no existe un estado completo de salud; estática por que no considera que la salud es algo dinámico y cambiante y subjetiva porque la idea de bien o malestar depende del propio individuo y de su percepción.
Los indicadores de salud son instrumentos de evaluación que pueden determinar directa o indirectamente modificaciones dando así una idea del estado de situación de una condición. Si se está evaluando un programa para mejorar las condiciones de salud de la población infantil, se puede determinar los cambios observados utilizando varios indicadores que revelen indirectamente esta modificación. Indicadores posibles de utilizar pueden ser el estado de nutrición (por ejemplo, peso en relación con la estatura), la tasa de inmunización, las tasas de mortalidad por edades, las tasas de morbilidad por enfermedades y la tasa de discapacidad por enfermedad crónica en una población infantil.
Se llama desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy están planteadas.
SALUD:Podemos definir salud como el estado de bienestar físico, metal y social dejando a entender que no significa solamente la ausencia de infecciones o alguna enfermedad.
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE SALUD
La salud, como cualquier otra parcela de la realidad, transciende y a la vez está sujeta a la conceptualización que de la misma podamos hacer en un momento sociocultural concreto. El término salud puede evocar realidades distintas dependiendo de la época histórica, la cultura o civilización en la que nos situemos y los actores y segmentos sociales que lo empleen. (López, 1998). Así, nuestra aproximación al concepto va a estar por tanto condicionada por nuestro universo cultural. (San Martín, 1981)
En un primer momento, podríamos decir que la definición más intuitiva, y más aceptada de entender salud como ausencia de enfermedades. Así durante la primera parte del siglo XX, el estado de la salud pública se describe en general en términos de la presencia o ausencia de enfermedades, y el control de las enfermedades constituye el principal objetivo de todas las instituciones relacionadas con la salud.
Sin embargo, antes de que promediara el siglo, y coincidiendo con el final de la Segunda Guerra Mundial, surgió una comprensión moderna de la salud, tal como se consagra en la Carta de Constitución de la Organización Mundial de la Salud (1946): "La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Pero esta definición también fue rechazada por diversos autores por considerarla utópica, estática y subjetiva (Salleras, 1985). Utópica porque no existe un estado completo de salud; estática por que no considera que la salud es algo dinámico y cambiante y subjetiva porque la idea de bien o malestar depende del propio individuo y de su percepción.
Los indicadores de salud son instrumentos de evaluación que pueden determinar directa o indirectamente modificaciones dando así una idea del estado de situación de una condición. Si se está evaluando un programa para mejorar las condiciones de salud de la población infantil, se puede determinar los cambios observados utilizando varios indicadores que revelen indirectamente esta modificación. Indicadores posibles de utilizar pueden ser el estado de nutrición (por ejemplo, peso en relación con la estatura), la tasa de inmunización, las tasas de mortalidad por edades, las tasas de morbilidad por enfermedades y la tasa de discapacidad por enfermedad crónica en una población infantil.