keniitharamirez
El comercio es un tema de capital importancia para entender la economía en la Edad Moderna y, quizás, en el que mejor se pueden apreciar los avances y cambios. El auge que esta actividad conoció en los siglos modernos hunde sus raíces en el medioevo, a partir del siglo XI , pero es con la edad moderna que se inicia la incorporación de todo el globo a un comercio mundial, con una ampliación sin precedente de los mercados (a nivel local e internacional/transcontinental, con una expansión de la demanda) y la multiplicación de las interrelaciones entre éstos. El comercio permitía el acceso a un importante número de personas a la riqueza o una mejor posición económica. En la parte dedicada a la Industria Dispersa en nuestro trabajo sobre Organización de la Industria en España dedicamos una parte a analizar el papel de los comerciantes y el capital mercantil – que ocupan el papel central en las teorías de la Proto-industrialización y la del Verlagsystem – en nuestro país, en la cual se puede ver la inmensa complejidad y extensión de la ocupación mercantil – con la presencia simultánea de grandes, medianos y pequeños comerciantes, a tiempo parcial o completo – durante la edad moderna. Y es que el comercio, además de tener una incidencia macroeconómica indispensable, poseía un peso social, humano y micoeconómico que está siendo revalorizado por la historiografía más reciente al poner el énfasis en el mercader y las rutas comerciales.