Una rana que se encontraba en un charco vio un día acercarse a un buey a beber un poco de agua, y le llamó la atención el gran tamaño del animal. La ranita era muy pequeña, no más grande que un limón, y al ver al corpulento buey se llenó de envidia y decidió hincharse hasta igualarlo en tamaño.
Respuesta:
Una rana que se encontraba en un charco vio un día acercarse a un buey a beber un poco de agua, y le llamó la atención el gran tamaño del animal. La ranita era muy pequeña, no más grande que un limón, y al ver al corpulento buey se llenó de envidia y decidió hincharse hasta igualarlo en tamaño.