El concepto de imperialismo hace referencia a la supresión de la soberanía nacional de la población de un país, ya sea de manera formal o informal, a favor de otro, que domina al primero. En cambio, el colonialismo puede ser entendido como un modo de supresión de la soberanía de una región y a favor de otra que resulta más concreto que el imperialismo. Así pues, el colonialismo es un fenómeno relativamente específico, mientras que el imperialismo es un concepto más amplio, tal y como veremos. 2. El carácter explícito o implícito de la dominación
En el colonialismo resulta evidente que existe un país que domina a otro a la fuerza, del mismo modo que un secuestrador domina al rehén. Esto no impide que la nación dominadora se aproveche de la situación, ya que no necesita que dé la impresión de que no dirige todos los acontecimientos políticos y económicos relevantes que ocurren en la parte dominada.
3. Uso o no de la violencia física directa
Allí donde hay colonialismo, la violencia hacia la población puede ser ejercida con relativa libertad, sin tener que rendir cuentas ante otras autoridades. Esto se hace tanto para reprimir las posibles revueltas populares de las colonias desde las metrópolis como para dejar patente la superioridad militar de la nación colonizadora sobre la colonizada a través del miedo.
4. Diferencias en la llegada de colonizadores
En la colonización, siempre se produce una llegada de colonos que llegan a las tierras ocupadas, muchas veces expulsando directamente a sus antiguos propietarios sin que se realice una compra. Estas pueden ser familias cuya emigración puede haber sido promovida por la metrópolis para debilitar la influencia de las etnias nativas, o bien puede tratarse de una minoría de familias que se limitan a poseer los grandes recursos de este territorio. Además, estas familias viven separadas de la población nativa, tratando únicamente con sirvientes. En el imperialismo, en cambio, no tiene por qué darse esta forma de emigración y, de hecho, es frecuente que sean los pobladores de las tierras subyugadas los que se ven forzados a emigrar a la metrópolis. Por otro lado, en el imperialismo el país dominado puede ser lo suficientemente estable como para que no haga falta que las familias que controlan el territorio se trasladen a la zona.
5. Objetivos buscados por el país dominante
Allí donde hay colonialismo existe también la voluntad de explotar los recursos naturales de la región subyugada. Así, se extraen las materias primas de estas zonas y estas son procesadas normalmente en la nación que domina a la otra, dado que es en esta fase de la producción donde hay más valor añadido. En el imperialismo la anterior situación también puede darse, pero no siempre ocurre. A veces, simplemente, se domina una región para favorecer intereses militares o de otro tipo. Por ejemplo, es posible tomar el control de un país cercano a otro con el que se compite para desestabilizar la región y perjudicar al adversario haciendo que esté siempre sujeta al riesgo de rebeliones internas, movimientos secesionistas, etc.
El concepto de imperialismo hace referencia a la supresión de la soberanía nacional de la población de un país, ya sea de manera formal o informal, a favor de otro, que domina al primero.
En cambio, el colonialismo puede ser entendido como un modo de supresión de la soberanía de una región y a favor de otra que resulta más concreto que el imperialismo. Así pues, el colonialismo es un fenómeno relativamente específico, mientras que el imperialismo es un concepto más amplio, tal y como veremos.
2. El carácter explícito o implícito de la dominación
En el colonialismo resulta evidente que existe un país que domina a otro a la fuerza, del mismo modo que un secuestrador domina al rehén. Esto no impide que la nación dominadora se aproveche de la situación, ya que no necesita que dé la impresión de que no dirige todos los acontecimientos políticos y económicos relevantes que ocurren en la parte dominada.
3. Uso o no de la violencia física directa
Allí donde hay colonialismo, la violencia hacia la población puede ser ejercida con relativa libertad, sin tener que rendir cuentas ante otras autoridades. Esto se hace tanto para reprimir las posibles revueltas populares de las colonias desde las metrópolis como para dejar patente la superioridad militar de la nación colonizadora sobre la colonizada a través del miedo.
4. Diferencias en la llegada de colonizadores
En la colonización, siempre se produce una llegada de colonos que llegan a las tierras ocupadas, muchas veces expulsando directamente a sus antiguos propietarios sin que se realice una compra. Estas pueden ser familias cuya emigración puede haber sido promovida por la metrópolis para debilitar la influencia de las etnias nativas, o bien puede tratarse de una minoría de familias que se limitan a poseer los grandes recursos de este territorio. Además, estas familias viven separadas de la población nativa, tratando únicamente con sirvientes.
En el imperialismo, en cambio, no tiene por qué darse esta forma de emigración y, de hecho, es frecuente que sean los pobladores de las tierras subyugadas los que se ven forzados a emigrar a la metrópolis. Por otro lado, en el imperialismo el país dominado puede ser lo suficientemente estable como para que no haga falta que las familias que controlan el territorio se trasladen a la zona.
5. Objetivos buscados por el país dominante
Allí donde hay colonialismo existe también la voluntad de explotar los recursos naturales de la región subyugada. Así, se extraen las materias primas de estas zonas y estas son procesadas normalmente en la nación que domina a la otra, dado que es en esta fase de la producción donde hay más valor añadido.
En el imperialismo la anterior situación también puede darse, pero no siempre ocurre. A veces, simplemente, se domina una región para favorecer intereses militares o de otro tipo. Por ejemplo, es posible tomar el control de un país cercano a otro con el que se compite para desestabilizar la región y perjudicar al adversario haciendo que esté siempre sujeta al riesgo de rebeliones internas, movimientos secesionistas, etc.
(Solo encontré cinco, si veo más te aviso)