Podemos decir que la contabilidad financiera es la rama de la contabilidad que se encarga del registro de todas las operaciones de trascendencia económica que realiza la empresa (o el ente económico en cuestión) para poder elaborar, con esos datos, sus cuentas anuales (balances y memoria).
Y es que las operaciones que realizan las empresas deben anotarse de una forma sistemática y conforme a unos criterios preestablecidos.
Con toda esta información una vez ordenada, agrupada y totalizada, se elaboran las cuentas anuales del ejercicio que están integradas por:
Balance de situación: Refleja la situación patrimonial y financiera de la empresa, es decir, el importe de todos sus bienes y derechos y la forma en que los ha financiado, ya sea con recursos propios o ajenos (deudas).
Cuenta de Pérdidas y Ganancias: Está formada por la totalidad de los ingresos y gastos del ejercicio (o del período de que se trate) y, por diferencia entre ellos, arroja el beneficio o la pérdida obtenido.
Memoria: Amplía información sobre ciertas partidas contables y contiene, también, alguna extracontable.
Regulación normativa
En España, la normativa que regula la contabilidad financiera está contenida, fundamentalmente, en el Plan General de Contabilidad, y cada empresa o (entidad económica en cuestión) deberá aplicar sus normas y principios.
La finalidad de esto es lógica: las cuentas anuales de las empresas son la “fotografía” de su patrimonio, de sus resultados económicos y de su evolución, y para que puedan ser entendidas por otras personas ajenas a ellas es necesario que se ciñan a unos estándares establecidos y conocidos por todos.
Dicho de otro modo, si una empresa lleva su contabilidad financiera de la forma que a ella mejor le parece nadie va a poder entender los estados contables que presente.
¿Y a quien le puede interesar? Pues, por ejemplo, a hacienda, a los bancos con los que trabaje, a cualquier tercero que quiera ver sus datos económicos porque vaya a contratar con ella…
Te en cuenta que las cuentas anuales deben ser depositada en el Registro Mercantil. Y como el Registro Mercantil es público, resulta que todo el que lo desee tiene la posibilidad de acceder a las presentadas por cualquier entidad. Es lógico que tengan que ser homogéneas y entendibles por todos (todos los que tengan algunos conocimientos de contabilidad, claro).
Respuesta:
Podemos decir que la contabilidad financiera es la rama de la contabilidad que se encarga del registro de todas las operaciones de trascendencia económica que realiza la empresa (o el ente económico en cuestión) para poder elaborar, con esos datos, sus cuentas anuales (balances y memoria).
Y es que las operaciones que realizan las empresas deben anotarse de una forma sistemática y conforme a unos criterios preestablecidos.
Con toda esta información una vez ordenada, agrupada y totalizada, se elaboran las cuentas anuales del ejercicio que están integradas por:
Balance de situación: Refleja la situación patrimonial y financiera de la empresa, es decir, el importe de todos sus bienes y derechos y la forma en que los ha financiado, ya sea con recursos propios o ajenos (deudas).
Cuenta de Pérdidas y Ganancias: Está formada por la totalidad de los ingresos y gastos del ejercicio (o del período de que se trate) y, por diferencia entre ellos, arroja el beneficio o la pérdida obtenido.
Memoria: Amplía información sobre ciertas partidas contables y contiene, también, alguna extracontable.
Regulación normativa
En España, la normativa que regula la contabilidad financiera está contenida, fundamentalmente, en el Plan General de Contabilidad, y cada empresa o (entidad económica en cuestión) deberá aplicar sus normas y principios.
La finalidad de esto es lógica: las cuentas anuales de las empresas son la “fotografía” de su patrimonio, de sus resultados económicos y de su evolución, y para que puedan ser entendidas por otras personas ajenas a ellas es necesario que se ciñan a unos estándares establecidos y conocidos por todos.
Dicho de otro modo, si una empresa lleva su contabilidad financiera de la forma que a ella mejor le parece nadie va a poder entender los estados contables que presente.
¿Y a quien le puede interesar? Pues, por ejemplo, a hacienda, a los bancos con los que trabaje, a cualquier tercero que quiera ver sus datos económicos porque vaya a contratar con ella…
Te en cuenta que las cuentas anuales deben ser depositada en el Registro Mercantil. Y como el Registro Mercantil es público, resulta que todo el que lo desee tiene la posibilidad de acceder a las presentadas por cualquier entidad. Es lógico que tengan que ser homogéneas y entendibles por todos (todos los que tengan algunos conocimientos de contabilidad, claro).
Explicación: