Daniel quiere aprender a pelear para defenderse de El Berna y Yanier. Se burlan de él porque su papá es peluquero y ponen en duda su masculinidad. Lucía en cambio se sabe defender, lo ha aprendido en su casa donde quien no defiende su plato no come. Ella vive con sus hermanos de madre pero de padre desconocido. Ambos tratan de superar las circunstancias particulares de su juventud a través de la consolidación de una amistad firme y solidaria.
Esta novela, narrada a dos voces por sus protagonistas, toca temas contundentes que conforman la vida de un chico y una chica que viven en el pueblo costero de Caibarién, en Cuba. La discriminación, el machismo, el acoso, el sometimiento femenino, la homosexualidad, son tratados con sutileza a través de metáforas, pausas, silencios y sobreentendidos que hacen de este, un libro conmovedor y reflexivo.
Daniel quiere aprender a pelear para defenderse de El Berna y Yanier. Se burlan de él porque su papá es peluquero y ponen en duda su masculinidad. Lucía en cambio se sabe defender, lo ha aprendido en su casa donde quien no defiende su plato no come. Ella vive con sus hermanos de madre pero de padre desconocido. Ambos tratan de superar las circunstancias particulares de su juventud a través de la consolidación de una amistad firme y solidaria.
Esta novela, narrada a dos voces por sus protagonistas, toca temas contundentes que conforman la vida de un chico y una chica que viven en el pueblo costero de Caibarién, en Cuba. La discriminación, el machismo, el acoso, el sometimiento femenino, la homosexualidad, son tratados con sutileza a través de metáforas, pausas, silencios y sobreentendidos que hacen de este, un libro conmovedor y reflexivo.