nombre de Sor Juana Inés de la Cruz coexiste fusionado a su triple identidad: criolla, mujer y figura literaria descollante del Barroco latinoamericano. Dicha filiación, en ciertos casos, no es muy difícil advertirla, pero en otros se oculta sagazmente de la mirada del lector; lo que ha provocado amplios, profundos y, a veces, apasionados debates e investigaciones. Por otro lado, los estudiosos difieren, creando desconcierto, en ciertos datos de su biografía, imprecisos y, ocasionalmente, contradictorios*1.
Este ensayo ambiciona identificar y explicar algunos de esos rasgos, así como ahondar en el perfil de la conciencia personal que repercute sobre dichas identidades, tomando como referencia muestras de la producción de la escritora más insigne de Hispanoamérica del siglo XVII, la poeta más aclamada, tanto en el Nuevo Mundo como en la España de la segunda mitad de dicha centuria.Juana Ramírez de Asbaje era la hija segunda del vasco Pedro Manuel de Asbaje y la criolla Isabel Ramírez de Santillana: estirpe que trasciende en su hibridismo*2. Se ha dicho que sus progenitores eran concubinos, pero no es un hecho comprobado*3. Lo que sí parece determinante en su existencia es la separación de sus padres*4. Es probable que Pedro de Asbaje hubiese dejado en España una esposa legítima, y esto impidiera el matrimonio con Isabel. La bastardía de su cuna pudo haber resultado un estigma en la vida de Sor Juana*5. Su existencia se desarrollaría, del mismo modo, en medio de la dicotomía discrepante tan característica de la literatura conceptista barroca: pasión terrenal y obligaciones religiosas, lenguaje ampuloso y contenido íntimo, realeza y reclusión, ansias de saber y oscuridad acechante.
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nombre de Sor Juana Inés de la Cruz coexiste fusionado a su triple identidad: criolla, mujer y figura literaria descollante del Barroco latinoamericano. Dicha filiación, en ciertos casos, no es muy difícil advertirla, pero en otros se oculta sagazmente de la mirada del lector; lo que ha provocado amplios, profundos y, a veces, apasionados debates e investigaciones. Por otro lado, los estudiosos difieren, creando desconcierto, en ciertos datos de su biografía, imprecisos y, ocasionalmente, contradictorios*1.
Este ensayo ambiciona identificar y explicar algunos de esos rasgos, así como ahondar en el perfil de la conciencia personal que repercute sobre dichas identidades, tomando como referencia muestras de la producción de la escritora más insigne de Hispanoamérica del siglo XVII, la poeta más aclamada, tanto en el Nuevo Mundo como en la España de la segunda mitad de dicha centuria.Juana Ramírez de Asbaje era la hija segunda del vasco Pedro Manuel de Asbaje y la criolla Isabel Ramírez de Santillana: estirpe que trasciende en su hibridismo*2. Se ha dicho que sus progenitores eran concubinos, pero no es un hecho comprobado*3. Lo que sí parece determinante en su existencia es la separación de sus padres*4. Es probable que Pedro de Asbaje hubiese dejado en España una esposa legítima, y esto impidiera el matrimonio con Isabel. La bastardía de su cuna pudo haber resultado un estigma en la vida de Sor Juana*5. Su existencia se desarrollaría, del mismo modo, en medio de la dicotomía discrepante tan característica de la literatura conceptista barroca: pasión terrenal y obligaciones religiosas, lenguaje ampuloso y contenido íntimo, realeza y reclusión, ansias de saber y oscuridad acechante.