Respuesta:Las acciones que uno hace pueden afectar al prójimo, creando una consecuencia. Hay que Respetar al prójimo, esto significa considerarlo y actuar teniendo en cuenta sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o sentimientos
Tomamos decisiones para conseguir cosas o resolver problemas. Las personas que se centran en conseguir esas cosas o resolver esos problemas suelen cometer el error de pensar que el objetivo de la decisión es conseguir eso que se pretende.
El objetivo de toda decisión debe ser conseguir eso que se pretende pero no generando un problema mayor en el futuro. En cambio si además de tener en cuenta el objetivo que pretendemos cuando tomamos una decisión, tenemos también en cuenta qué va a pasar en el futuro, tomaremos mejores decisiones.
En concreto, cuando nos planteamos hacer algo tenemos que ver como afecta a otras personas eso que vamos a hacer. Si no lo tenemos en cuenta poco a poco esas personas nos irán dando la espalda y cada vez estaremos más solos cuando intentemos conseguir algo.
Por el contrario si al tomar decisiones tenemos en cuenta como afectan nuestras acciones a los demás, será más fácil que los demás se percaten que los valoramos. Esto tiene dos consecuencias. La primera, que será más fácil que los demás cuando actúen piensen cómo nos afectan a nosotros sus decisiones, lo cual nos facilitará la vida. La segunda consecuencia es que se desarrollará la amistad entre unos y otros. Y no podemos olvidar que la dimensión afectiva es una dimensión importante en la vida de las personas. Qué lástima dan las personas que no son queridas porque no quieren a nadie. Qué amargadas viven, sin darse cuenta que ellas mismas son la causa de su amargura.
Respuesta:Las acciones que uno hace pueden afectar al prójimo, creando una consecuencia. Hay que Respetar al prójimo, esto significa considerarlo y actuar teniendo en cuenta sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o sentimientos
Tomamos decisiones para conseguir cosas o resolver problemas. Las personas que se centran en conseguir esas cosas o resolver esos problemas suelen cometer el error de pensar que el objetivo de la decisión es conseguir eso que se pretende.
El objetivo de toda decisión debe ser conseguir eso que se pretende pero no generando un problema mayor en el futuro. En cambio si además de tener en cuenta el objetivo que pretendemos cuando tomamos una decisión, tenemos también en cuenta qué va a pasar en el futuro, tomaremos mejores decisiones.
En concreto, cuando nos planteamos hacer algo tenemos que ver como afecta a otras personas eso que vamos a hacer. Si no lo tenemos en cuenta poco a poco esas personas nos irán dando la espalda y cada vez estaremos más solos cuando intentemos conseguir algo.
Por el contrario si al tomar decisiones tenemos en cuenta como afectan nuestras acciones a los demás, será más fácil que los demás se percaten que los valoramos. Esto tiene dos consecuencias. La primera, que será más fácil que los demás cuando actúen piensen cómo nos afectan a nosotros sus decisiones, lo cual nos facilitará la vida. La segunda consecuencia es que se desarrollará la amistad entre unos y otros. Y no podemos olvidar que la dimensión afectiva es una dimensión importante en la vida de las personas. Qué lástima dan las personas que no son queridas porque no quieren a nadie. Qué amargadas viven, sin darse cuenta que ellas mismas son la causa de su amargura.
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