Respuesta:
Asistimos hoy a una nueva proliferación de lo religioso que ha echado por tierra las
predicciones del cientificismo positivista y del marxismo sobre su liquidación. Paralelamente la
pregunta por un Dios cuya existencia se desconoce, sigue candente en el mundo moderno (o
posmoderno), como última instancia a la que apelar ante el fin de las grandes utopías, pero que
tampoco garantiza nada.
Es el caso de Horkheimer, que desde sus coordenadas concede la palabra a la religión para
hablar ante la llegada de la sociedad administrada. Las tradiciones religiosas pueden llamar la
atención acerca de los excesos y las carencias de una sociedad funcionalista e instrumental que ha
obviado la búsqueda de sentido del ser humano y ha mutilado su ser comunitario, su compasión,
su esperanza, su ilusión.
Esta valoración de la religión de la última etapa de Horkheimer se caracteriza por un tono
discordante con su procedencia marxista e ilustrada. Impactado por el nazismo y la II Guerra
Mundial diagnostica el advenimiento de la sociedad autómata. Preso de ese diagnóstico fatalista
usará instrumentalmente desde el sistema capitalista burgués a la religión para conservar los
restos de un sujeto autónomo abocado a diluirse. Más allá, el fracaso de la razón ilustrada y la
desesperación ante la ausencia de sentido, le llevan a refugiarse en el ansia del Altísimo buscando
un posible sentido trascendente para toda la historia humana y sus víctimas.
En un callejón sin salida Horkheimer sólo puede aspirar al sentido abriendo el horizonte
de un más allá, que tiene la panacea de la fundamentación de la ética y los valores. O eso, o el
nihilismo. Ante esta nueva coyuntura histórica el fundador de la Escuela de Francfort reestructura
la teoría crítica sobre tres pilares: Schopenhauer, la teología judeocristiana y la filosofía
kantiana.1 Es en este contexto trágico del ansia de un mundo justo y libre, donde emerge el anhelo
de lo Otro, que es el núcleo sintético de su concepción sobre la religión. Este anhelo se articula
temporalmente, proyectándose a la vez al pasado, al presente y al futuro con funciones diversas.
En este artículo valoraremos los puntos débiles y las consecuencias de su planteamiento, para ver
si hay tras él una propuesta de religión encubierta y analizaremos su actualidad.
1. El anhelo de lo otro proyectado al pasado, al presente y al futuro
1.1 ¿Qué es el Anhelo de lo Otro? Negatividad, duda y esperanza
Hay una serie de textos en los que Max Horkheimer expresa su postura sobre la religión.
Sobre ellos vamos a sustentar lo que digamos acerca del anhelo de lo Otro. Haremos referencia
constante a una obra en la que se recopilan artículos, entrevistas, fragmentos y aforismos (algo
* Licenciado en Filosofía. Prepara su tesis doctoral en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada.
1
J. A. ESTRADA, La teoría crítica de Max Horkheimer, Granada 1990, 192.
Explicación:
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
Asistimos hoy a una nueva proliferación de lo religioso que ha echado por tierra las
predicciones del cientificismo positivista y del marxismo sobre su liquidación. Paralelamente la
pregunta por un Dios cuya existencia se desconoce, sigue candente en el mundo moderno (o
posmoderno), como última instancia a la que apelar ante el fin de las grandes utopías, pero que
tampoco garantiza nada.
Es el caso de Horkheimer, que desde sus coordenadas concede la palabra a la religión para
hablar ante la llegada de la sociedad administrada. Las tradiciones religiosas pueden llamar la
atención acerca de los excesos y las carencias de una sociedad funcionalista e instrumental que ha
obviado la búsqueda de sentido del ser humano y ha mutilado su ser comunitario, su compasión,
su esperanza, su ilusión.
Esta valoración de la religión de la última etapa de Horkheimer se caracteriza por un tono
discordante con su procedencia marxista e ilustrada. Impactado por el nazismo y la II Guerra
Mundial diagnostica el advenimiento de la sociedad autómata. Preso de ese diagnóstico fatalista
usará instrumentalmente desde el sistema capitalista burgués a la religión para conservar los
restos de un sujeto autónomo abocado a diluirse. Más allá, el fracaso de la razón ilustrada y la
desesperación ante la ausencia de sentido, le llevan a refugiarse en el ansia del Altísimo buscando
un posible sentido trascendente para toda la historia humana y sus víctimas.
En un callejón sin salida Horkheimer sólo puede aspirar al sentido abriendo el horizonte
de un más allá, que tiene la panacea de la fundamentación de la ética y los valores. O eso, o el
nihilismo. Ante esta nueva coyuntura histórica el fundador de la Escuela de Francfort reestructura
la teoría crítica sobre tres pilares: Schopenhauer, la teología judeocristiana y la filosofía
kantiana.1 Es en este contexto trágico del ansia de un mundo justo y libre, donde emerge el anhelo
de lo Otro, que es el núcleo sintético de su concepción sobre la religión. Este anhelo se articula
temporalmente, proyectándose a la vez al pasado, al presente y al futuro con funciones diversas.
En este artículo valoraremos los puntos débiles y las consecuencias de su planteamiento, para ver
si hay tras él una propuesta de religión encubierta y analizaremos su actualidad.
1. El anhelo de lo otro proyectado al pasado, al presente y al futuro
1.1 ¿Qué es el Anhelo de lo Otro? Negatividad, duda y esperanza
Hay una serie de textos en los que Max Horkheimer expresa su postura sobre la religión.
Sobre ellos vamos a sustentar lo que digamos acerca del anhelo de lo Otro. Haremos referencia
constante a una obra en la que se recopilan artículos, entrevistas, fragmentos y aforismos (algo
* Licenciado en Filosofía. Prepara su tesis doctoral en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada.
1
J. A. ESTRADA, La teoría crítica de Max Horkheimer, Granada 1990, 192.
Explicación:
:)