El año 1995 se llevó consigo un recuerdo reiterado de la II Guerra Mundial. Febrero y la evocación casi una primicia informativa del bombardeo de Dresde; los primeros días de mayo y la cele bración en las principales capita les europeas de actos institucionales para celebrar el final de la guerra en Europa; unos meses después, en agosto, la conmemoración, de doble filo angustia y salvación-, del lanzamiento de las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki y de la rendición de Japón que ponía punto final al conflicto en su es cala mundial. Pero, queda aún un cabo por atar. La Declaración Universal de Derechos Huma nos, el recuerdo de cuya aprobación nos salió al paso un año más el pasado diciembre, está íntima mente ligada, tal vez con exceso, a esa II Guerra Mundial.
Respuesta:
El año 1995 se llevó consigo un recuerdo reiterado de la II Guerra Mundial. Febrero y la evocación casi una primicia informativa del bombardeo de Dresde; los primeros días de mayo y la cele bración en las principales capita les europeas de actos institucionales para celebrar el final de la guerra en Europa; unos meses después, en agosto, la conmemoración, de doble filo angustia y salvación-, del lanzamiento de las dos bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki y de la rendición de Japón que ponía punto final al conflicto en su es cala mundial. Pero, queda aún un cabo por atar. La Declaración Universal de Derechos Huma nos, el recuerdo de cuya aprobación nos salió al paso un año más el pasado diciembre, está íntima mente ligada, tal vez con exceso, a esa II Guerra Mundial.
Explicación:
espero y te sirva