Cayeron los valores tradicionales y aparecieron movimientos alternativos como el pacifismo o el feminismo, se desarrollaron las armas químicas y la cirugía estética, cuatro imperios desaparecieron para dar lugar a las grandes transformaciones europeas y surgió la economía planificada, pero muy poco se ha dicho sobre las implicaciones que ella tuvo en Colombia.
La guerra afecto a la economía colombiana e implicó la paralización del comercio exterior. Ante la disminución de sus ingresos de aduanas, por la caída de las importaciones y las exportaciones y para evitar una crisis económica, el Gobierno del presidente José Vicente Concha ordenó disminuir los gastos estatales, suspender las obras públicas y aplazar los auxilios para las empresas públicas, colegios y escuelas.
Después de la guerra, Colombia y, en general, los países latinoamericanos, no tuvieron la misma confianza en el modelo europeo y comenzaron a buscar su propia vía hacia el futuro. Este fenómeno se presentó no solo en la clase dirigente, sino también en los trabajadores y estudiantes. En el caso colombiano, la permanente llegada de capitales norteamericanos, especialmente por los 25 millones de dólares que recibió el país por parte de Estados Unidos como indemnización por la pérdida del Canal de Panamá, reafirmó en el transcurso de la segunda década del siglo pasado la hegemonía de esta nación.
Según un estudio de Alvin H. Hansen, al terminar esa década su influencia se hizo más ostensible en el Caribe y Centro América e incorporó a su zona de influencia a Colombia y Venezuela. Su poder fue menor en el resto de los Estados andinos (Ecuador, Perú y Bolivia). En cambio, el en caso de los países de América Meridional (Chile, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), primó la influencia de los países europeos. Esta distribución del mapa del comercio exterior latinoamericano, basado en el régimen multilateral del libre comercio, cambió con la aparición del Nacional Socialismo Alemán, que le imprimió un enfoque bilateral al mismo, al utilizar los convenios de trueque, la manipulación del tipo de cambio y la dirección de la política comercial por parte del Estado alemán.
Respuesta:
La guerra afectó a la economía y paralizó el comercio exterior.
Indicadores económicos
Cayeron los valores tradicionales y aparecieron movimientos alternativos como el pacifismo o el feminismo, se desarrollaron las armas químicas y la cirugía estética, cuatro imperios desaparecieron para dar lugar a las grandes transformaciones europeas y surgió la economía planificada, pero muy poco se ha dicho sobre las implicaciones que ella tuvo en Colombia.
La guerra afecto a la economía colombiana e implicó la paralización del comercio exterior. Ante la disminución de sus ingresos de aduanas, por la caída de las importaciones y las exportaciones y para evitar una crisis económica, el Gobierno del presidente José Vicente Concha ordenó disminuir los gastos estatales, suspender las obras públicas y aplazar los auxilios para las empresas públicas, colegios y escuelas.
Después de la guerra, Colombia y, en general, los países latinoamericanos, no tuvieron la misma confianza en el modelo europeo y comenzaron a buscar su propia vía hacia el futuro. Este fenómeno se presentó no solo en la clase dirigente, sino también en los trabajadores y estudiantes. En el caso colombiano, la permanente llegada de capitales norteamericanos, especialmente por los 25 millones de dólares que recibió el país por parte de Estados Unidos como indemnización por la pérdida del Canal de Panamá, reafirmó en el transcurso de la segunda década del siglo pasado la hegemonía de esta nación.
Según un estudio de Alvin H. Hansen, al terminar esa década su influencia se hizo más ostensible en el Caribe y Centro América e incorporó a su zona de influencia a Colombia y Venezuela. Su poder fue menor en el resto de los Estados andinos (Ecuador, Perú y Bolivia). En cambio, el en caso de los países de América Meridional (Chile, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), primó la influencia de los países europeos. Esta distribución del mapa del comercio exterior latinoamericano, basado en el régimen multilateral del libre comercio, cambió con la aparición del Nacional Socialismo Alemán, que le imprimió un enfoque bilateral al mismo, al utilizar los convenios de trueque, la manipulación del tipo de cambio y la dirección de la política comercial por parte del Estado alemán.