Se denomina ficción a la simulación de la realidad que realizan las obras literarias, cinematográficas, historietísticas, de animación u de otro tipo, cuando presentan un mundo imaginario al receptor. Estos mundos tienen sus propios personajes y reglas de verosimilitud, con un grado variable de realismo, sea porque toman algunos elementos de referencia de la realidad, sea porque la contradicen o transforman. Se opone a los géneros no ficticios, como el ensayo o los del periodismo, si bien algunas corrientes filosóficas reclaman que todo es en realidad ficción, puesto que no existe la objetividad en la interpretación o algo externo a la mente (idealismo radical). En el ámbito audiovisual, la ficción se suele oponer al documental y sus géneros derivados.
Se denomina ficción a la simulación de la realidad que realizan las obras literarias, cinematográficas, historietísticas, de animación u de otro tipo, cuando presentan un mundo imaginario al receptor. Estos mundos tienen sus propios personajes y reglas de verosimilitud, con un grado variable de realismo, sea porque toman algunos elementos de referencia de la realidad, sea porque la contradicen o transforman. Se opone a los géneros no ficticios, como el ensayo o los del periodismo, si bien algunas corrientes filosóficas reclaman que todo es en realidad ficción, puesto que no existe la objetividad en la interpretación o algo externo a la mente (idealismo radical). En el ámbito audiovisual, la ficción se suele oponer al documental y sus géneros derivados.En psicología, diferenciar la ficción de la realidad es una capacidad que el niño tiene que adquirir progresivamente. En psicopatología una distorsión temporaria o permanente de esta capacidad de distinguir adecuadamente la ficción de la realidad, puede ser un síntoma de varios disturbios mentales (paranoia, psicosis, delirios,…) individuales como de grupos (psicosis colectiva). La delimitación entre realidad y ficción, no sólo es una cuestión objetiva, pero depende igualmente de un consenso social: el que se ve entre otros con textos sagrados, que para unos son una descripción de la realidad, para otras sólo metáforas y leyendas.
Se denomina ficción a la simulación de la realidad que realizan las obras literarias, cinematográficas, historietísticas, de animación u de otro tipo, cuando presentan un mundo imaginario al receptor. Estos mundos tienen sus propios personajes y reglas de verosimilitud, con un grado variable de realismo, sea porque toman algunos elementos de referencia de la realidad, sea porque la contradicen o transforman. Se opone a los géneros no ficticios, como el ensayo o los del periodismo, si bien algunas corrientes filosóficas reclaman que todo es en realidad ficción, puesto que no existe la objetividad en la interpretación o algo externo a la mente (idealismo radical). En el ámbito audiovisual, la ficción se suele oponer al documental y sus géneros derivados.En psicología, diferenciar la ficción de la realidad es una capacidad que el niño tiene que adquirir progresivamente. En psicopatología una distorsión temporaria o permanente de esta capacidad de distinguir adecuadamente la ficción de la realidad, puede ser un síntoma de varios disturbios mentales (paranoia, psicosis, delirios,…) individuales como de grupos (psicosis colectiva). La delimitación entre realidad y ficción, no sólo es una cuestión objetiva, pero depende igualmente de un consenso social: el que se ve entre otros con textos sagrados, que para unos son una descripción de la realidad, para otras sólo metáforas y leyendas.Etimológicamente, la palabra proviene del latín fictio o fictus (‘fingido’ o ‘inventado’), participio del verbo fingere que en su origen significaba «modelar la pasta del pan» y en sentido figurado «aquello que ha sido modelado, inventado, fingido».[1]
Respuesta:
Se denomina ficción a la simulación de la realidad que realizan las obras literarias, cinematográficas, historietísticas, de animación u de otro tipo, cuando presentan un mundo imaginario al receptor. Estos mundos tienen sus propios personajes y reglas de verosimilitud, con un grado variable de realismo, sea porque toman algunos elementos de referencia de la realidad, sea porque la contradicen o transforman. Se opone a los géneros no ficticios, como el ensayo o los del periodismo, si bien algunas corrientes filosóficas reclaman que todo es en realidad ficción, puesto que no existe la objetividad en la interpretación o algo externo a la mente (idealismo radical). En el ámbito audiovisual, la ficción se suele oponer al documental y sus géneros derivados.
Se denomina ficción a la simulación de la realidad que realizan las obras literarias, cinematográficas, historietísticas, de animación u de otro tipo, cuando presentan un mundo imaginario al receptor. Estos mundos tienen sus propios personajes y reglas de verosimilitud, con un grado variable de realismo, sea porque toman algunos elementos de referencia de la realidad, sea porque la contradicen o transforman. Se opone a los géneros no ficticios, como el ensayo o los del periodismo, si bien algunas corrientes filosóficas reclaman que todo es en realidad ficción, puesto que no existe la objetividad en la interpretación o algo externo a la mente (idealismo radical). En el ámbito audiovisual, la ficción se suele oponer al documental y sus géneros derivados.En psicología, diferenciar la ficción de la realidad es una capacidad que el niño tiene que adquirir progresivamente. En psicopatología una distorsión temporaria o permanente de esta capacidad de distinguir adecuadamente la ficción de la realidad, puede ser un síntoma de varios disturbios mentales (paranoia, psicosis, delirios,…) individuales como de grupos (psicosis colectiva). La delimitación entre realidad y ficción, no sólo es una cuestión objetiva, pero depende igualmente de un consenso social: el que se ve entre otros con textos sagrados, que para unos son una descripción de la realidad, para otras sólo metáforas y leyendas.
Se denomina ficción a la simulación de la realidad que realizan las obras literarias, cinematográficas, historietísticas, de animación u de otro tipo, cuando presentan un mundo imaginario al receptor. Estos mundos tienen sus propios personajes y reglas de verosimilitud, con un grado variable de realismo, sea porque toman algunos elementos de referencia de la realidad, sea porque la contradicen o transforman. Se opone a los géneros no ficticios, como el ensayo o los del periodismo, si bien algunas corrientes filosóficas reclaman que todo es en realidad ficción, puesto que no existe la objetividad en la interpretación o algo externo a la mente (idealismo radical). En el ámbito audiovisual, la ficción se suele oponer al documental y sus géneros derivados.En psicología, diferenciar la ficción de la realidad es una capacidad que el niño tiene que adquirir progresivamente. En psicopatología una distorsión temporaria o permanente de esta capacidad de distinguir adecuadamente la ficción de la realidad, puede ser un síntoma de varios disturbios mentales (paranoia, psicosis, delirios,…) individuales como de grupos (psicosis colectiva). La delimitación entre realidad y ficción, no sólo es una cuestión objetiva, pero depende igualmente de un consenso social: el que se ve entre otros con textos sagrados, que para unos son una descripción de la realidad, para otras sólo metáforas y leyendas.Etimológicamente, la palabra proviene del latín fictio o fictus (‘fingido’ o ‘inventado’), participio del verbo fingere que en su origen significaba «modelar la pasta del pan» y en sentido figurado «aquello que ha sido modelado, inventado, fingido».[1]