Un día de estos” es un cuento corto de Gabriel García Márquez publicado en el libro Los funerales de la Mamá Grande en 1962. Un relato de estilo económico y quirúrgico de sobre el poder, la corrupción y la violencia del poder político tiránico.
Explicación:
Resumen
Aurelio Escovar, el dentista del pueblo, se levanta temprano un lunes a trabajar. Organiza sus herramientas en su humilde consultorio y comienza a pulir con la fresa una dentadura postiza.
Un rato después, su hijo irrumpe en la habitación para anunciarle que el alcalde del pueblo lo busca porque necesita que le saque una muela. Pero el dentista se niega a recibirlo pidiéndole a su hijo que le diga que no está.
El niño sale a darle la razón al alcalde pero vuelve donde su padre, esta vez con una amenaza: el alcalde le manda a decir que si no le saca la muela, lo mata.
Entonces Aurelio Escovar decide atender al alcalde que entra al consultorio con paso decidido y cara de sufrimiento: tiene solo una mejilla afeitada, la otra está hinchada y conserva una barba de cinco días.
Después de un saludo tenso, el alcalde toma asiento en la silla y observa cómo el dentista prepara sus instrumentos, se sienta a su lado y le anuncia que le puede sacar la muela, pero que tendrá que ser sin anestesia. ¿Por qué? pregunta el alcalde “Porque tiene un absceso”, le responde el dentista e inicia el procedimiento con una sentencia: “Aquí nos paga veinte muertos, teniente”.
Después de extraer la muela y de recibir un par de indicaciones del dentista, el alcalde se dirige a la puerta y desde allí le dice que le pase la cuenta. “¿A usted o al municipio?”, le pregunta Aurelio Escovar. “Es la misma vaina” responde el alcalde y se va.
Respuesta:
Un día de estos” es un cuento corto de Gabriel García Márquez publicado en el libro Los funerales de la Mamá Grande en 1962. Un relato de estilo económico y quirúrgico de sobre el poder, la corrupción y la violencia del poder político tiránico.
Explicación:
Resumen
Aurelio Escovar, el dentista del pueblo, se levanta temprano un lunes a trabajar. Organiza sus herramientas en su humilde consultorio y comienza a pulir con la fresa una dentadura postiza.
Un rato después, su hijo irrumpe en la habitación para anunciarle que el alcalde del pueblo lo busca porque necesita que le saque una muela. Pero el dentista se niega a recibirlo pidiéndole a su hijo que le diga que no está.
El niño sale a darle la razón al alcalde pero vuelve donde su padre, esta vez con una amenaza: el alcalde le manda a decir que si no le saca la muela, lo mata.
Entonces Aurelio Escovar decide atender al alcalde que entra al consultorio con paso decidido y cara de sufrimiento: tiene solo una mejilla afeitada, la otra está hinchada y conserva una barba de cinco días.
Después de un saludo tenso, el alcalde toma asiento en la silla y observa cómo el dentista prepara sus instrumentos, se sienta a su lado y le anuncia que le puede sacar la muela, pero que tendrá que ser sin anestesia. ¿Por qué? pregunta el alcalde “Porque tiene un absceso”, le responde el dentista e inicia el procedimiento con una sentencia: “Aquí nos paga veinte muertos, teniente”.
Después de extraer la muela y de recibir un par de indicaciones del dentista, el alcalde se dirige a la puerta y desde allí le dice que le pase la cuenta. “¿A usted o al municipio?”, le pregunta Aurelio Escovar. “Es la misma vaina” responde el alcalde y se va.
ojala te ayude