Para el desarrollo humano no solo es necesaria la educación pedagógica, sino también la ancestral, pues los conocimientos que se adquieren desde temprana edad están dados por nuestros antepasados, sus costumbres y prácticas culturales, que con los años ayudarán a definir las personalidades e intereses de cada uno.
En un país pluricultural como Ecuador, cada región tiene sus propias costumbres dadas por el clima, la vegetación, la fauna, entre otras. Una de las tradiciones más arraigadas y vigente en varias zonas de la nación es la Fiesta de la Siembra, la cual se celebra en octubre para agradecer a la Madre Tierra (Pachamama, en idioma quichua) y bendecir las semillas, cuando se preparan los terrenos y parcelas, previo a la plantación.
Pero en las ciudades, poco relacionadas a las actividades del agro, son minoría las nuevas generaciones que conocen sobre esta tradición, perdiéndose así la diversidad cultural. La Unesco ha declarado que la globalización se ha visto como una amenaza en la conservación de valores culturales ancestrales y se plantea como un desafío más complejo para las naciones el incluir las diferencias en la convivencia social.
Respuesta:
Para el desarrollo humano no solo es necesaria la educación pedagógica, sino también la ancestral, pues los conocimientos que se adquieren desde temprana edad están dados por nuestros antepasados, sus costumbres y prácticas culturales, que con los años ayudarán a definir las personalidades e intereses de cada uno.
En un país pluricultural como Ecuador, cada región tiene sus propias costumbres dadas por el clima, la vegetación, la fauna, entre otras. Una de las tradiciones más arraigadas y vigente en varias zonas de la nación es la Fiesta de la Siembra, la cual se celebra en octubre para agradecer a la Madre Tierra (Pachamama, en idioma quichua) y bendecir las semillas, cuando se preparan los terrenos y parcelas, previo a la plantación.
Pero en las ciudades, poco relacionadas a las actividades del agro, son minoría las nuevas generaciones que conocen sobre esta tradición, perdiéndose así la diversidad cultural. La Unesco ha declarado que la globalización se ha visto como una amenaza en la conservación de valores culturales ancestrales y se plantea como un desafío más complejo para las naciones el incluir las diferencias en la convivencia social.
Explicación:
espero y te sirva.