De donde provenía y que se hacía con los ingresó ingresos fiscales en el nuevo estado ecuatoriano
SLENDERMANCRACK
Es evidente que con la llegada del presidente Rafael Correa la política fiscal cambio radicalmente en Ecuador, ha existido así un aumento del gasto público y una política que ha cambiado en dos periodos fácilmente identificables, el 2008 y luego a partir de 2013, estos dos cambios si bien comparten elementos que siguen una misma estrategia fiscal podrían tener resultados distintos ante panoramas económicos distintos en el momento en que son aplicadas. En 2008 existió un primer incremento del gasto público, pero hay que empezar por aclarar que este incremento usualmente es sobre-estimado, en dicho año el presupuesto general del Estado (PGE) paso del 24.5% del PIB a 35.6% del PIB, este incremento de 10.63% en el PIB es demasiado grande y realmente en una magnitud importante se explica por un cambio en el modo de contabilizar el presupuesto, pues a partir de 2008 se incorporó la cuenta de subsidios a los combustibles, gasto que siempre ha existido pero que no se lo tomaba en cuenta dentro de la contabilidad del PGE. El cambio de contabilización del PGE obliga a que se deba hacer ciertas precisiones en el análisis de las cifras para homologar cuentas, lo ideal sería poder corregir el presupuesto de los años anteriores a 2008 y contabilizar dentro del presupuesto el rubro de la cuenta de derivados -subsidios a los combustibles-, pero dado la inexistencia de esta información la solución pasa por restar dentro del presupuesto esta cuenta de derivados de tal forma que se trabaje solo con los ingresos petroleros netos dentro del PGE de tal modo que al analizar el presupuesto se compare peras con peras y no peras con manzanas. Es así que el incremento del 10.63% del PIB del gasto fiscal en 2008 con respecto a 2007 no es tal, descontando la cuenta de derivados se tiene que el gasto fiscal total comparable durante el periodo en mención llega al 32.18% y no al 35.26% del PIB, así mismo se entendería que el gasto corriente es menor 20.84% y no 23.90% del PIB, por último otra cuenta que se ve afectada es la del ingreso petrolero que en realidad sería una cuenta de ingresos petroleros netos y que correspondería al 10.99% y no al 14.05% del PIB esto obviamente también repercute sobre los ingresos totales de tal modo que estos serían 32.66% y no 35.72% (Ver Cuadro 1).
En 2008 existió un primer incremento del gasto público, pero hay que empezar por aclarar que este incremento usualmente es sobre-estimado, en dicho año el presupuesto general del Estado (PGE) paso del 24.5% del PIB a 35.6% del PIB, este incremento de 10.63% en el PIB es demasiado grande y realmente en una magnitud importante se explica por un cambio en el modo de contabilizar el presupuesto, pues a partir de 2008 se incorporó la cuenta de subsidios a los combustibles, gasto que siempre ha existido pero que no se lo tomaba en cuenta dentro de la contabilidad del PGE.
El cambio de contabilización del PGE obliga a que se deba hacer ciertas precisiones en el análisis de las cifras para homologar cuentas, lo ideal sería poder corregir el presupuesto de los años anteriores a 2008 y contabilizar dentro del presupuesto el rubro de la cuenta de derivados -subsidios a los combustibles-, pero dado la inexistencia de esta información la solución pasa por restar dentro del presupuesto esta cuenta de derivados de tal forma que se trabaje solo con los ingresos petroleros netos dentro del PGE de tal modo que al analizar el presupuesto se compare peras con peras y no peras con manzanas.
Es así que el incremento del 10.63% del PIB del gasto fiscal en 2008 con respecto a 2007 no es tal, descontando la cuenta de derivados se tiene que el gasto fiscal total comparable durante el periodo en mención llega al 32.18% y no al 35.26% del PIB, así mismo se entendería que el gasto corriente es menor 20.84% y no 23.90% del PIB, por último otra cuenta que se ve afectada es la del ingreso petrolero que en realidad sería una cuenta de ingresos petroleros netos y que correspondería al 10.99% y no al 14.05% del PIB esto obviamente también repercute sobre los ingresos totales de tal modo que estos serían 32.66% y no 35.72% (Ver Cuadro 1).