Cúles fueron los primeros continentes en poblarse por los honorarios después de Africa
kevindavidaguil
El eje entre Sudáfrica y el Cono Sur Americano Waksman-Schinca, Daniel Daniel Waksman Schinca: Escritor y Periodista uruguayo El idilio se inició hace aproximadamente cinco años. Aunque resulte difícil determinar el momento preciso al flechazo, parece claro que - tanto por parte de los racistas sudafricanos como por la de las dictaduras conosureñas en América Latina - se trató de un típico amor a primera vista, de un mutuo encandilamiento inmediato. A comienzos d 1974, en efecto, los regímenes militares fascistizantes más característicos del vértice sur de nuestro continente acababa apenas de establecerse: Pinochet había asaltado el poder el 11 de septiembre de año anterior, y sus colegas uruguayos habían culminado el 27 de junio, con la disolución del Parlamento, el golpe de Estado por etapas incubado desde 1968. Argentina venía ligeramente "atrasada": todavía necesitaría pasar por la turbia etapa de Isabelita Perón y López Rega antes de precipitarse en marzo de 1976, como fruta madura, en manos de los generales. Pero tanto en Santiago como en Montevideo o en Buenos Aires la explosión de "sudafricanofilia" se produjo inmediatamente después de instaladas las respectivas juntas castrenses. Y como si hubiesen estado esperando la señal de arranque, la dictadura boliviana de Bánzer (instaurada en 1971) y la paraguaya de Stroessner (ya con dos décadas cumplidas) empezaron a multiplicar y estrechar a su vez los lazos con Pretoria. Sólo los militares brasileños, más experientes y apoyados por otra parte sobre una diplomacia tradicionalmente habilidosa, constituirían una excepción a este fenómeno 1 . El primero en formalizar con bombos y platillos la relación privilegiada con el régimen del apartheid fue Alfredo Stroessner. Su atracción por Sudáfrica no puede 1A diferecia de los demás gobiernos de la región , el de Brasília venía prestándole desde hacìa bastante tiempo una creciente atrención al continente africano. Y ha aplicado con relación a éste una política global que, aunque con abigüedades y contradicciones, se distingue nítidamente de la de cualquiera de sus vecinos. De haí, por ejemplo, actitudes como el inmediato reconocimiento de gobierno de Agnostinho Neto en Angola, o la retinencia ante proyectos que, como el de la OTAS, impliquen cualquier tipo de compromiso con Pretoria. El brasileño es, pues, un caso aparate, y su análisis debería hacerse por separado. Ello excede los límites de este artículo, y por eso Brasil prácticamente no volvera a ser objeto de consideracion. El lector interesado en el tema, puede consultar el excelente trabajo publicado en el volumen XLVIII (Fechado el 13 de julio pasado ) de Problèmes d´Amérique Latine, la serie publicada por La Documentation Française. Se titula ¨La politique africaine du bresil¨ y su autor es Guy Martinitère.