Respuesta:Los hábitos de higiene personal son imprescindibles para mayores y pequeños, pues es un aspecto que afecta a la salud. Está comprobado que las pequeñas acciones que conforman la higiene personal evitan malestares causados por virus o bacterias. De esta manera, se reducen los riesgos de contraer enfermedades.
Un hábito se genera con el tiempo. Para que una acción se transforme en hábito debe ser repetida muchas veces, solo así se integrará en la rutina. Por eso es fundamental que ya en los niños pequeños se estimulen los hábitos de higiene personal. Si un niño se acostumbra a higienizarse, esa costumbre perdurará durante toda su vida.
¿Qué es la higiene personal?
Se entiende por higiene personal las acciones por las que una persona atiende a su limpieza y a su aspecto. El objetivo es, por un lado, evitar contraer enfermedades, y por otro, lograr una convivencia armoniosa en la sociedad. Atender a la propia higiene es responsabilidad de cada persona. Por esta razón, el entorno familiar es el primer lugar en el que el niño aprende a higienizarse.
Con las prácticas diarias y el ejemplo, los padres deberán enseñar al pequeño cómo higienizar cada parte de su cuerpo. Estos momentos dedicados a los hábitos de higiene personal deben ser placenteros, de manera que el niño los disfrute. Frecuentemente, los padres inventan estrategias diversas para hacerlos divertidos.
Las escuelas también contribuyen a la formación de estos hábitos. De este modo, colegio y familia se unen en esta causa común. El hecho de que en esos dos contextos de su vida se estimulen los hábitos de higiene personal hace que los niños les presten más atención.
El momento del baño es uno de los más especiales para ti y para tu bebé.
¿Cuáles son los hábitos de higiene personal más importantes?
Para que los niños desarrollen hábitos de higiene personal es necesario que logren pensar en cada parte de su cuerpo por separado. Organizar una rutina de higiene diaria ayudará a que el niño se acostumbre a ella.
Las acciones básicas que el niño debe llevar a cabo son:
1. Bañarse diariamente
Cuando el niño se ducha elimina de su piel las toxinas y todos los restos de suciedad acumulados durante el día. El momento más adecuado para ducharse es por la noche, antes de acostarse. Además de higienizarlo, el baño contribuirá a que el niño se relaje y duerma mejor. No obstante, tampoco hay que abusar de los baños, sobre todo en caso de bajas temperaturas.
La ducha es un buen momento para indicar al niño cómo debe lavar cada parte de su cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, sin olvidar orejas, axilas y las partes íntimas. Además, es necesario enseñarle que todo baño termina con un buen secado.
2. Cepillarse y lavarse bien el pelo
El pelo se ensucia con mucha facilidad debido al polvo del entorno. Mantenerlo limpio y libre de liendres y de piojos es una medida necesaria. Los piojos producen picor y pueden causar cefaleas, malestar e irritabilidad. Además, impiden que los niños descansen, ya que las molestias no cesan aunque los niños estén dormidos.
Respuesta:Los hábitos de higiene personal son imprescindibles para mayores y pequeños, pues es un aspecto que afecta a la salud. Está comprobado que las pequeñas acciones que conforman la higiene personal evitan malestares causados por virus o bacterias. De esta manera, se reducen los riesgos de contraer enfermedades.
Un hábito se genera con el tiempo. Para que una acción se transforme en hábito debe ser repetida muchas veces, solo así se integrará en la rutina. Por eso es fundamental que ya en los niños pequeños se estimulen los hábitos de higiene personal. Si un niño se acostumbra a higienizarse, esa costumbre perdurará durante toda su vida.
¿Qué es la higiene personal?
Se entiende por higiene personal las acciones por las que una persona atiende a su limpieza y a su aspecto. El objetivo es, por un lado, evitar contraer enfermedades, y por otro, lograr una convivencia armoniosa en la sociedad. Atender a la propia higiene es responsabilidad de cada persona. Por esta razón, el entorno familiar es el primer lugar en el que el niño aprende a higienizarse.
Con las prácticas diarias y el ejemplo, los padres deberán enseñar al pequeño cómo higienizar cada parte de su cuerpo. Estos momentos dedicados a los hábitos de higiene personal deben ser placenteros, de manera que el niño los disfrute. Frecuentemente, los padres inventan estrategias diversas para hacerlos divertidos.
Las escuelas también contribuyen a la formación de estos hábitos. De este modo, colegio y familia se unen en esta causa común. El hecho de que en esos dos contextos de su vida se estimulen los hábitos de higiene personal hace que los niños les presten más atención.
El momento del baño es uno de los más especiales para ti y para tu bebé.
¿Cuáles son los hábitos de higiene personal más importantes?
Para que los niños desarrollen hábitos de higiene personal es necesario que logren pensar en cada parte de su cuerpo por separado. Organizar una rutina de higiene diaria ayudará a que el niño se acostumbre a ella.
Las acciones básicas que el niño debe llevar a cabo son:
1. Bañarse diariamente
Cuando el niño se ducha elimina de su piel las toxinas y todos los restos de suciedad acumulados durante el día. El momento más adecuado para ducharse es por la noche, antes de acostarse. Además de higienizarlo, el baño contribuirá a que el niño se relaje y duerma mejor. No obstante, tampoco hay que abusar de los baños, sobre todo en caso de bajas temperaturas.
La ducha es un buen momento para indicar al niño cómo debe lavar cada parte de su cuerpo, desde la cabeza hasta los pies, sin olvidar orejas, axilas y las partes íntimas. Además, es necesario enseñarle que todo baño termina con un buen secado.
2. Cepillarse y lavarse bien el pelo
El pelo se ensucia con mucha facilidad debido al polvo del entorno. Mantenerlo limpio y libre de liendres y de piojos es una medida necesaria. Los piojos producen picor y pueden causar cefaleas, malestar e irritabilidad. Además, impiden que los niños descansen, ya que las molestias no cesan aunque los niños estén dormidos.
Espero y te sirva :)