CUENTO DE DOS HOJAS SOBRE LAS CLASES DE SUSTANTIVOS
mililamejor2014
Tortugo, que había venido a visitarla y a festejar con ella su cumpleaños, quedó asombradísimo. Nunca había visto llorar a una tortuga. Pero en cuanto ésta le contó el motivo, lo comprendió enseguida. Y le aconsejó: —¿Por qué no te vas de viaje, tortuguita sabia? A lo mejor, preguntando y preguntando, encuentras a alguien que sepa decirte tu nombre. Así fue como la tortuga preparó su valija y, siempre llorando, se fue por el mundo a averiguar su nombre. Anduvo y anduvo, pero nadie supo informarla. Ni el elefante Elegante, ni la mariposa Rosa, ni el loro Coro. Al cumplir doscientos años, llegó de vuelta a su casa. El tortugo la estaba esperando con una torta de doscientas velitas. Y un sobre grande, color rosa. Era una carta de la lechuza Fusa, el más sabio de los animales de este mundo; y en ella le anunciaba que su nombre era… ¡Raquelita! ¿Qué contenta se puso la tortuga! —¡Raquelita!— murmuró —¡Raquelita! Parece una campanita. El tortugo le dio un beso y, muy contentos, se comieron la torta. Y Raquelita, como tenía hambre, se comió también las velitas.