Mumpy Sarkar se le habían complicado mucho la vida en los últimos meses. La mediana de una familia de tres hijos, pese a tener tan sólo 12 años, era perfectamente consciente de que la situación futura no se planteaba nada favorable.
Su hermano menor, Monojit, tenía un riñón fuertemente dañado y el único que tenía totalmente funcional estaba a mostrar síntomas de debilidad. A eso se había añadido en las últimas semanas un problema de vista a su padre, que cada vez le dificultaba más el trabajo en el campo, y con ello peligraba la única fuente de ingresos de la familia.
Durante noches había estado escuchando a sus padres discutir sobre la situación, oyéndoles decir cómo lo único que podía salvar la vida de su hermano era un trasplante de riñón, y que un trasplante de ojos era lo único que podía salvar a su padre de la discapacidad permanente. Fue entonces cuando Mumpy vio la solución a todos los problemas de su familia. Daría su vida para con sus órganos devolver la vida al resto de su familia.
Una mañana, aprovechando que sus hermanos habían ido al colegio, su madre había ido a comprar arroz para la comida y su padre había ido a trabajar, Mumpy llevó a cabo su plan ingiriendo una cantidad sustancial de endosulfán, un insecticida prohibido por su toxicidad en más de 50 países. Entonces corrió hacia el campo de trabajo donde estaba su padre. Al llegar le contó que creía que alguien le había puesto veneno en su boca y por ello le dolía el estómago. Rápidamente fueron a la farmacia más cercana para conseguir las medicinas necesarias para quitar el dolor de tripa de Mumpy, sin ningún éxito. En poco tiempo su situación empeoró, muriendo antes de llegar al hospital más cercano.
Un día después de cremación del cuerpo de Mumpy, su padre encontró en su cama una nota dirigida a su madre. En ella Mumpy pedía que, después de su muerte, sus ojos fueran donados a su padre para curarle su problema de vista, y sus riñones donados a su hermano, para curarle su problema renal.
Esto, lo que podría haber sido nada más que un cruel relato, fue algo que sucedió el 27 de Junio de 2011 en un pueblo al norte de Calcuta. Aunque se hubieran conocido las intenciones de Mumpy antes de su incineración, posiblemente no habría servido de nada, ya que el endosulfán posiblemente habría contaminado los órganos a ser transplantados. Aún así, el gobierno regional, al enterarse de los hechos, ofreció a la familia la ayuda económica y medios necesarios para solventar los problemas de salud del padre y el hermano de Mumpy
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Mumpy Sarkar se le habían complicado mucho la vida en los últimos meses. La mediana de una familia de tres hijos, pese a tener tan sólo 12 años, era perfectamente consciente de que la situación futura no se planteaba nada favorable.
Su hermano menor, Monojit, tenía un riñón fuertemente dañado y el único que tenía totalmente funcional estaba a mostrar síntomas de debilidad. A eso se había añadido en las últimas semanas un problema de vista a su padre, que cada vez le dificultaba más el trabajo en el campo, y con ello peligraba la única fuente de ingresos de la familia.
Durante noches había estado escuchando a sus padres discutir sobre la situación, oyéndoles decir cómo lo único que podía salvar la vida de su hermano era un trasplante de riñón, y que un trasplante de ojos era lo único que podía salvar a su padre de la discapacidad permanente. Fue entonces cuando Mumpy vio la solución a todos los problemas de su familia. Daría su vida para con sus órganos devolver la vida al resto de su familia.
Una mañana, aprovechando que sus hermanos habían ido al colegio, su madre había ido a comprar arroz para la comida y su padre había ido a trabajar, Mumpy llevó a cabo su plan ingiriendo una cantidad sustancial de endosulfán, un insecticida prohibido por su toxicidad en más de 50 países. Entonces corrió hacia el campo de trabajo donde estaba su padre. Al llegar le contó que creía que alguien le había puesto veneno en su boca y por ello le dolía el estómago. Rápidamente fueron a la farmacia más cercana para conseguir las medicinas necesarias para quitar el dolor de tripa de Mumpy, sin ningún éxito. En poco tiempo su situación empeoró, muriendo antes de llegar al hospital más cercano.
Un día después de cremación del cuerpo de Mumpy, su padre encontró en su cama una nota dirigida a su madre. En ella Mumpy pedía que, después de su muerte, sus ojos fueran donados a su padre para curarle su problema de vista, y sus riñones donados a su hermano, para curarle su problema renal.
Esto, lo que podría haber sido nada más que un cruel relato, fue algo que sucedió el 27 de Junio de 2011 en un pueblo al norte de Calcuta. Aunque se hubieran conocido las intenciones de Mumpy antes de su incineración, posiblemente no habría servido de nada, ya que el endosulfán posiblemente habría contaminado los órganos a ser transplantados. Aún así, el gobierno regional, al enterarse de los hechos, ofreció a la familia la ayuda económica y medios necesarios para solventar los problemas de salud del padre y el hermano de Mumpy