tonnyangel140802
Nunca se caso... pero si tuvo una hija aquí tienes la historia es muy interesante... a Manuel Belgrano lo tildaban de afemeninado pero luego se comprobó que no era así:
Manuel Belgrano tubo muchas relaciones de alta sociedad, como lo fue María Josefa Ezcurra (1785-1856) hermana de la famosa Encarnación Ezcurra de Rosas, esposa de Juan Manuel de Rosas. De esta relación tubo un hijo ilegitimo, que fue adoptado y criado por Rosas, que se llamo Pedro Rosas y Belgrano.
Pero su más grande amor fue una niña de 15 años que conoció en Tucumán. Era María de los Dolores Helguero. Pasaron los años, y a mediados de 1816, Belgrano estaba nuevamente al mando del Ejercito del Norte. Vivía en La Ciudadela, próxima a la ciudad de Tucumán.
Dolores ya tenia 19 años, y era una hermosa tucumana de buena familia. El general, que tenia 46 años, se enamoró de ella, y fue correspondido en su amor. A lo largo de dos años no dejaron de verse, y fueron el comentario social. Como dice Fray Jacinto Carrasco: "Su conducta fue siempre clara y recta. Por eso, cuando vio que nacía en su corazón ese amor por la joven tucumana, y su conciencia no le permitía llegar a ella sino por el matrimonio, resolvió casarse con Dolores; y se hubiera casado, si la fatalidad no se hubiera interpuesto en el camino". En efecto, Belgrano recibió ordenes del gobierno de marchar rumbo al sur, finalizando 1818.
Pasaron los meses, y una tarde, estando acampado en Pilar, llegó un criado de los Helguero, Sanchu, trayendo una carta de Dolores; en ella le decía que hacia dos meses (el 4 de mayo de 1819), había nacido Manuela Mónica del Sagrado Corazón, agregando que por orden de sus padres, había tenido que casarse con un catamarqueño de apellido Rivas. Cuando Rondeau le autorizó dejar su cargo para poder atender su salud, que empeoraba cada día, partió rumbo a Tucumán, adonde llego en noviembre de 1819. Dolores, apenas enterada de la llegada del general, corrió a su lado, y junto a su hijita, se hizo más llevadero el sufrimiento por el que pasaba Belgrano. El marido de Dolores estaba desde tiempo atrás en Bolivia, y Belgrano mandaba continuamente a averiguar si todavía vivía, porque de lo contrario, él quería cumplir su promesa de casamiento con Dolores.
a Manuel Belgrano lo tildaban de afemeninado pero luego se comprobó que no era así:
Manuel Belgrano tubo muchas relaciones de alta sociedad, como lo fue María Josefa Ezcurra (1785-1856) hermana de la famosa Encarnación Ezcurra de Rosas, esposa de Juan Manuel de Rosas. De esta relación tubo un hijo ilegitimo, que fue adoptado y criado por Rosas, que se llamo Pedro Rosas y Belgrano.
Pero su más grande amor fue una niña de 15 años que conoció en Tucumán. Era María de los Dolores Helguero. Pasaron los años, y a mediados de 1816, Belgrano estaba nuevamente al mando del Ejercito del Norte. Vivía en La Ciudadela, próxima a la ciudad de Tucumán.
Dolores ya tenia 19 años, y era una hermosa tucumana de buena familia. El general, que tenia 46 años, se enamoró de ella, y fue correspondido en su amor. A lo largo de dos años no dejaron de verse, y fueron el comentario social. Como dice Fray Jacinto Carrasco: "Su conducta fue siempre clara y recta. Por eso, cuando vio que nacía en su corazón ese amor por la joven tucumana, y su conciencia no le permitía llegar a ella sino por el matrimonio, resolvió casarse con Dolores; y se hubiera casado, si la fatalidad no se hubiera interpuesto en el camino". En efecto, Belgrano recibió ordenes del gobierno de marchar rumbo al sur, finalizando 1818.
Pasaron los meses, y una tarde, estando acampado en Pilar, llegó un criado de los Helguero, Sanchu, trayendo una carta de Dolores; en ella le decía que hacia dos meses (el 4 de mayo de 1819), había nacido Manuela Mónica del Sagrado Corazón, agregando que por orden de sus padres, había tenido que casarse con un catamarqueño de apellido Rivas. Cuando Rondeau le autorizó dejar su cargo para poder atender su salud, que empeoraba cada día, partió rumbo a Tucumán, adonde llego en noviembre de 1819. Dolores, apenas enterada de la llegada del general, corrió a su lado, y junto a su hijita, se hizo más llevadero el sufrimiento por el que pasaba Belgrano. El marido de Dolores estaba desde tiempo atrás en Bolivia, y Belgrano mandaba continuamente a averiguar si todavía vivía, porque de lo contrario, él quería cumplir su promesa de casamiento con Dolores.