El fenómeno se podrá observar en especial desde el hemisferio sur. Desde España, apenas se podrá percibir un leve oscurecimiento del satélite. Para observarlo, será buena idea emplear un telescopio o unos prismáticos.
Durante los eclipses penumbrales, la Luna deja de recibir la luz que el Sol proyecta debido a que la tierra bloquea esos rayos solares, motivo por el que su luminosidad desciende.
Los mejores lugares para ver el eclipse serán Australia, África, el océano Pacífico y Europa. Desde España, se podrá observar el fenómeno una vez haya comenzado durante apenas unas dos horas y media, desde las 20:22 horas hasta las 22:53. Siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
El problema de los eclipses penumbrales es su dificultad para ser observados, ya que son muy tenues y apenas destacan, ha explicado a EFE la monitora de astronomía del Planetario de Madrid, Cristina Garay. «Este tipo de eclipses -ha añadido- son prácticamente imperceptibles, sólo los más avispados podrán percatarse».
Los eclipses de Luna pueden ser totales, entonces se llaman eclipses en umbra, o parciales, en penumbra. Los totales son más fácilmente observables desde la tierra, ya que la Luna adquiere un carácter rojizo apreciable, mientras que los penumbrales son difíciles de apreciar debido a que la Luna no sufre ningún cambio más que un leve descenso de su luminosidad
El fenómeno se podrá observar en especial desde el hemisferio sur. Desde España, apenas se podrá percibir un leve oscurecimiento del satélite. Para observarlo, será buena idea emplear un telescopio o unos prismáticos.
Durante los eclipses penumbrales, la Luna deja de recibir la luz que el Sol proyecta debido a que la tierra bloquea esos rayos solares, motivo por el que su luminosidad desciende.
Los mejores lugares para ver el eclipse serán Australia, África, el océano Pacífico y Europa. Desde España, se podrá observar el fenómeno una vez haya comenzado durante apenas unas dos horas y media, desde las 20:22 horas hasta las 22:53. Siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.
El problema de los eclipses penumbrales es su dificultad para ser observados, ya que son muy tenues y apenas destacan, ha explicado a EFE la monitora de astronomía del Planetario de Madrid, Cristina Garay. «Este tipo de eclipses -ha añadido- son prácticamente imperceptibles, sólo los más avispados podrán percatarse».
Los eclipses de Luna pueden ser totales, entonces se llaman eclipses en umbra, o parciales, en penumbra. Los totales son más fácilmente observables desde la tierra, ya que la Luna adquiere un carácter rojizo apreciable, mientras que los penumbrales son difíciles de apreciar debido a que la Luna no sufre ningún cambio más que un leve descenso de su luminosidad