1. Las plantas. Desde los árboles frutales, las enredaderas, los arbustos, el césped y los grandes árboles de altura, hasta el musgo verdoso que recubre las piedras cerca de los ríos, todos estos seres vivos fabrican sus nutrientes mediante la fotosíntesis.
2. Las algas. Las algas de diverso tamaño y complejidad, así como el fitoplancton microscópico que se halla en abundancia en los mares, son formas de vida autótrofa típicas de los mares, lagos y grandes cuerpos de agua.
3. Las cianobacterias. Conocidas anteriormente como algas verdeazuladas, son seres vivos procariotas (de células sin núcleo), capaces de llevar a cabo la fotosíntesis y fijar el nitrógeno ambiental reduciéndolo a una molécula útil a nivel celular, como es el amonio
4. Bacterias anaerobias. Algunas de las bacterias que componen la flora intestinal de los seres humanos, son buen ejemplo de seres autótrofos. Ellas se ocupan de descomponer la materia orgánica ingerida y suscitar reacciones químicas que rompen sus estructuras y simplifican el proceso digestivo, a la par que extraen energía para sostener sus propios metabolismos.
Ejemplos de seres autótrofos
1. Las plantas. Desde los árboles frutales, las enredaderas, los arbustos, el césped y los grandes árboles de altura, hasta el musgo verdoso que recubre las piedras cerca de los ríos, todos estos seres vivos fabrican sus nutrientes mediante la fotosíntesis.
2. Las algas. Las algas de diverso tamaño y complejidad, así como el fitoplancton microscópico que se halla en abundancia en los mares, son formas de vida autótrofa típicas de los mares, lagos y grandes cuerpos de agua.
3. Las cianobacterias. Conocidas anteriormente como algas verdeazuladas, son seres vivos procariotas (de células sin núcleo), capaces de llevar a cabo la fotosíntesis y fijar el nitrógeno ambiental reduciéndolo a una molécula útil a nivel celular, como es el amonio
4. Bacterias anaerobias. Algunas de las bacterias que componen la flora intestinal de los seres humanos, son buen ejemplo de seres autótrofos. Ellas se ocupan de descomponer la materia orgánica ingerida y suscitar reacciones químicas que rompen sus estructuras y simplifican el proceso digestivo, a la par que extraen energía para sostener sus propios metabolismos.
Explicación: