I.- Teoría de posibilidades. Táctica de ‘Activo Sintético’
Las posibilidades son un tipo de derivado financiero que ofrecen al poseedor el derecho a mercar (opción ‘call’) o vender (opción ‘put’) en una fecha futura un activo financiero concreto (por ejemplo, una acción bursátil), nombrado subyacente (S), a un costo pactado de antemano, nombrado costo de ejercicio o strike (X). O sea, en vez de mercar hoy en bolsa ocupaciones de Telefónica, usted puede concertar que, en una fecha futura, usted las comprará, si le conviene, a un costo pactado de antemano.
A efectos del presente artículo no requerimos saber muchísimo más de posibilidades.
… y simétricamente, 2 posiciones ‘cortas’:
2Las posiciones largas (long call y long put) otorgan derecho a ejercitar la alternativa una vez que nos sea conveniente, y no ejercitarla una vez que nos afecte.
Visiblemente, en dichos términos, ningún inversor racional estaría dispuesto a contratar una postura corta y todos estaríamos interesados en las posiciones largas. La solución estriba en que el cliente de la alternativa (posición larga) paga un costo, denominado prima, al vendedor de la alternativa (posición corta) a cambio de aquel derecho.
Una de las tácticas más primordiales es la de activo sintético: combinando un long call y un short put (es mencionar, comprando un call pagando una prima y vendiendo un put ingresando la que corresponde prima) se recibe una postura idéntica a mercar el activo subyacente.
II.- El ‘contrato social’ anterior a la crisis
O sea, en la teoría de posibilidades previamente descrita, este sector de la sociedad adopta la postura equivalente a invertir en el activo subyacente, triunfando a lo largo de los años favorables del periodo económico y aceptando las pérdidas en recesión (llamémosle postura 1):
La remuneración percibida por este sector –salarios, estado de confort (educación y sanidad públicas) y defensa social (pensiones y seguro de desempleo)- asegura una remuneración libre del periodo económico que, en el lenguaje financiero del apartado anterior, podríamos equivaler a la remuneración del activo independiente de peligro (llamémosle postura 2):
La regla elemental importante en toda economía de mercado que se ha quebrado en esta crisis es justamente el de “que cada palo aguante su vela”: que las ventajas en tiempos de bonanza sean para unos pocos, a medida que las pérdidas las asumimos entre todos (rescates bancarios, concesionarias de autopistas, políticas rentistas, subvenciones a sectores en declive…).
Sin embargo al producido de padecer la peor recesión a partir de la Gran Depresión se suma la inquietud de que en el futuro los crecimientos de productividad y los márgenes empresariales sean menores, y las crisis económicas y de beneficios empresariales más comunes.
Con todo, el primordial trasvase de peligros del primer sector al segundo lo conforman las continuas reformas laborales: en periodos de auge, el empresario recibe todos las ventajas; en recesión, el trabajador asume los peligros a modo de despido (no es de extrañar que en el ideal de la CEOE, tal despido debe ser independiente y gratuito).
IV.- De política asimétrica a burla
Traduciendo: si los beneficiados por la transferencia de peligros permanecen dispuestos a costear una indemnización a cambio de su nueva postura, a medida que las clases sociales reciben una indemnización por los nuevos peligros y costes asumidos.
A la postre, la política implementada supondría una transferencia de peligros a las clases sociales a cambio de una más grande colaboración de éstas en las ventajas en tiempos de prosperidad. En políticas específicas, esa indemnización podría consistir, ejemplificando, (i) en que las alquilas de capital y las ventajas empresariales soportasen más grandes tipos impositivos, contribuyendo en más grande medida al financiamiento del estado del confort y, en especial, a la sostenibilidad de las pensiones; (ii) más grandes salarios y accesorios (conciliación, etcétera.) para los trabajadores; o (iii) a implantar mecanismos de colaboración de los trabajadores y clases sociales en las ventajas empresariales en los ciclos favorables de la economía.
Traducido al lenguaje de posibilidades, al poseedor del long call no únicamente no se le está exigiendo que pague la prima que corresponde sino que recibe más grandes ingresos a cambio (rebajas salariales, políticas rentistas), en lo que el poseedor del short put no únicamente no obtiene la que corresponde indemnización, sino que se le imponen más grandes cargas extras.
Respuesta:
I.- Teoría de posibilidades. Táctica de ‘Activo Sintético’
Las posibilidades son un tipo de derivado financiero que ofrecen al poseedor el derecho a mercar (opción ‘call’) o vender (opción ‘put’) en una fecha futura un activo financiero concreto (por ejemplo, una acción bursátil), nombrado subyacente (S), a un costo pactado de antemano, nombrado costo de ejercicio o strike (X). O sea, en vez de mercar hoy en bolsa ocupaciones de Telefónica, usted puede concertar que, en una fecha futura, usted las comprará, si le conviene, a un costo pactado de antemano.
A efectos del presente artículo no requerimos saber muchísimo más de posibilidades.
… y simétricamente, 2 posiciones ‘cortas’:
2Las posiciones largas (long call y long put) otorgan derecho a ejercitar la alternativa una vez que nos sea conveniente, y no ejercitarla una vez que nos afecte.
Visiblemente, en dichos términos, ningún inversor racional estaría dispuesto a contratar una postura corta y todos estaríamos interesados en las posiciones largas. La solución estriba en que el cliente de la alternativa (posición larga) paga un costo, denominado prima, al vendedor de la alternativa (posición corta) a cambio de aquel derecho.
Una de las tácticas más primordiales es la de activo sintético: combinando un long call y un short put (es mencionar, comprando un call pagando una prima y vendiendo un put ingresando la que corresponde prima) se recibe una postura idéntica a mercar el activo subyacente.
II.- El ‘contrato social’ anterior a la crisis
O sea, en la teoría de posibilidades previamente descrita, este sector de la sociedad adopta la postura equivalente a invertir en el activo subyacente, triunfando a lo largo de los años favorables del periodo económico y aceptando las pérdidas en recesión (llamémosle postura 1):
La remuneración percibida por este sector –salarios, estado de confort (educación y sanidad públicas) y defensa social (pensiones y seguro de desempleo)- asegura una remuneración libre del periodo económico que, en el lenguaje financiero del apartado anterior, podríamos equivaler a la remuneración del activo independiente de peligro (llamémosle postura 2):
La regla elemental importante en toda economía de mercado que se ha quebrado en esta crisis es justamente el de “que cada palo aguante su vela”: que las ventajas en tiempos de bonanza sean para unos pocos, a medida que las pérdidas las asumimos entre todos (rescates bancarios, concesionarias de autopistas, políticas rentistas, subvenciones a sectores en declive…).
Sin embargo al producido de padecer la peor recesión a partir de la Gran Depresión se suma la inquietud de que en el futuro los crecimientos de productividad y los márgenes empresariales sean menores, y las crisis económicas y de beneficios empresariales más comunes.
Con todo, el primordial trasvase de peligros del primer sector al segundo lo conforman las continuas reformas laborales: en periodos de auge, el empresario recibe todos las ventajas; en recesión, el trabajador asume los peligros a modo de despido (no es de extrañar que en el ideal de la CEOE, tal despido debe ser independiente y gratuito).
IV.- De política asimétrica a burla
Traduciendo: si los beneficiados por la transferencia de peligros permanecen dispuestos a costear una indemnización a cambio de su nueva postura, a medida que las clases sociales reciben una indemnización por los nuevos peligros y costes asumidos.
A la postre, la política implementada supondría una transferencia de peligros a las clases sociales a cambio de una más grande colaboración de éstas en las ventajas en tiempos de prosperidad. En políticas específicas, esa indemnización podría consistir, ejemplificando, (i) en que las alquilas de capital y las ventajas empresariales soportasen más grandes tipos impositivos, contribuyendo en más grande medida al financiamiento del estado del confort y, en especial, a la sostenibilidad de las pensiones; (ii) más grandes salarios y accesorios (conciliación, etcétera.) para los trabajadores; o (iii) a implantar mecanismos de colaboración de los trabajadores y clases sociales en las ventajas empresariales en los ciclos favorables de la economía.
Traducido al lenguaje de posibilidades, al poseedor del long call no únicamente no se le está exigiendo que pague la prima que corresponde sino que recibe más grandes ingresos a cambio (rebajas salariales, políticas rentistas), en lo que el poseedor del short put no únicamente no obtiene la que corresponde indemnización, sino que se le imponen más grandes cargas extras.
Explicación:
lo pase por un resumidor era mas largo uu