Primero, las personas feligreses buscan un sentido de compañerismo, no simplemente un lugar para compartir información, sino un espacio que les permita establecer relaciones sociales y amistades. Como expresó una mujer de Illinois a la que entrevisté: «Lo que estoy experimentando en Internet es una verdadera relación cristiana... Hace que todo el tema de la iglesia de Cristo sea más factible, una realidad, ... no solo algo para leer».
2. Apoyo y estímulo
En segundo lugar, buscan atención, un espacio donde puedan dar y recibir apoyo y estímulo. Como informó un abogado de Michigan con el que hablé: «He tenido comunicación en línea en la que realmente me he sentido acogido cuando realmente lo necesito».
3. Sentimiento de aprecio
En tercer lugar, las personas de la comunidad religiosa buscan ser valoradas, que se les aprecie por sus contribuciones y presencia en línea. Un hombre del Reino Unido involucrado en una comunidad anglicana en línea expresó: «He intentado dejar el grupo tres veces, pero siempre me he incorporado nuevamente porque extraño a la gente, las bromas y cómo me dan ánimo».
4. Conexiones confiables
En cuarto lugar, las personas anhelan relacionarse. La oportunidad de poder contactarse con las demás personas de la comunidad los 7 días de la semana, 24 horas al día, es facilitada con la tecnología de Internet. Un contador de Missouri involucrado en una comunidad de aprendizaje profético explicó: «tengo la seguridad de que en el [grupo] cuando alguien dice que orará por mí, lo hará. Es una certeza porque lo he visto suceder. Mientras que en la iglesia pueden decir: oraré por ti, pero no sé si realmente lo harán».
5. Un lugar seguro para la comunicación confidencial
En quinto lugar, las personas en línea buscan una comunicación cercana, un lugar seguro donde puedan ser ellas misma s y comunicarse abiertamente con las demás personas de la comunidad. «Nos asombra cómo el Espíritu Santo puede usar algo como el correo electrónico para tocar los corazones de personas al rededor del mundo, incluso hasta el punto de llorar», dijo una mujer del Reino Unido con discapacidad visual que describió al grupo cristiano en línea como su iglesia.
6. Compartir creencias y propósitos
El sexto y último componente es que las personas feligreses de las comunidades en línea anhelan acompañarse con las demás personas en una fe compartida, creyentes con ideas afines que compartan sus creencias y sentido de propósito. Como indicó un hombre de Toronto, «El [grupo] es solo otra expresión de Jesucristo, Su Iglesia y el llamado a ser ministros y ministras del evangelio».
Respuesta:
Compañerismo
Primero, las personas feligreses buscan un sentido de compañerismo, no simplemente un lugar para compartir información, sino un espacio que les permita establecer relaciones sociales y amistades. Como expresó una mujer de Illinois a la que entrevisté: «Lo que estoy experimentando en Internet es una verdadera relación cristiana... Hace que todo el tema de la iglesia de Cristo sea más factible, una realidad, ... no solo algo para leer».
2. Apoyo y estímulo
En segundo lugar, buscan atención, un espacio donde puedan dar y recibir apoyo y estímulo. Como informó un abogado de Michigan con el que hablé: «He tenido comunicación en línea en la que realmente me he sentido acogido cuando realmente lo necesito».
3. Sentimiento de aprecio
En tercer lugar, las personas de la comunidad religiosa buscan ser valoradas, que se les aprecie por sus contribuciones y presencia en línea. Un hombre del Reino Unido involucrado en una comunidad anglicana en línea expresó: «He intentado dejar el grupo tres veces, pero siempre me he incorporado nuevamente porque extraño a la gente, las bromas y cómo me dan ánimo».
4. Conexiones confiables
En cuarto lugar, las personas anhelan relacionarse. La oportunidad de poder contactarse con las demás personas de la comunidad los 7 días de la semana, 24 horas al día, es facilitada con la tecnología de Internet. Un contador de Missouri involucrado en una comunidad de aprendizaje profético explicó: «tengo la seguridad de que en el [grupo] cuando alguien dice que orará por mí, lo hará. Es una certeza porque lo he visto suceder. Mientras que en la iglesia pueden decir: oraré por ti, pero no sé si realmente lo harán».
5. Un lugar seguro para la comunicación confidencial
En quinto lugar, las personas en línea buscan una comunicación cercana, un lugar seguro donde puedan ser ellas misma s y comunicarse abiertamente con las demás personas de la comunidad. «Nos asombra cómo el Espíritu Santo puede usar algo como el correo electrónico para tocar los corazones de personas al rededor del mundo, incluso hasta el punto de llorar», dijo una mujer del Reino Unido con discapacidad visual que describió al grupo cristiano en línea como su iglesia.
6. Compartir creencias y propósitos
El sexto y último componente es que las personas feligreses de las comunidades en línea anhelan acompañarse con las demás personas en una fe compartida, creyentes con ideas afines que compartan sus creencias y sentido de propósito. Como indicó un hombre de Toronto, «El [grupo] es solo otra expresión de Jesucristo, Su Iglesia y el llamado a ser ministros y ministras del evangelio».